Soplé las velitas del pastel que había frente a mi.
-Feliz cumpleaños, Jane -susurró en mi oído, tomándome por la cintura. -¿Pediste un deseo?
-Ya se cumplió -respondí antes de unir nuestros labios en un profundo beso.
Y en realidad, si se había cumplido. Pues mi único deseo era estar con él.