Limpié la lágrima que caía por mi mejilla.
-Por favor, no llores -dijo, quitando las lágrimas de mi rostro con su pulgar.
-¿Londres? ¿En serio? -sollocé.
-Vamos, es sólo un mes -murmuró, intentando tranquilazarme.
-Eso está del otro lado del mundo, T.
-Tengo que ir. Jane, compréndeme. Es una oportunidad única -dijo.
-Lo sé, pero, yo no... -dije con un hilo de voz.
-¿Qué pasa? -preguntó preocupado.
Te amo y no puedo vivir sin ti.
-Nada, sólo... espero que lo pases genial -le sonreí débilmente.
-Te quiero, Jane -besó mi frente antes de abrazarme.