Terminé la llamada y guardé mi celular, soltando un suspiro.
-¿Todo bien? -me preguntó.
-Cara está en el hospital -susurré. -Tuvo un ataque de pánico e intentó lastimarse -dije, intentando contener las lágrimas.
-Oh, Dios -murmuro, pasando sus manos por su rostro. -¿Está ella bien? -preguntó preocupado.
-No lo sé -dije y comencé a llorar.
-No, Jane -me llamó. -No llores, princesa -me abrazó y comenzó a acariciar mi cabello. Hundí mi rostro en su pecho, sollozando.
-No quiero que le pase nada, es mi hermanita -dije con apenas un hilo de voz.
-Estará bien -me alentó -Es fuerte, como tú -dijo antes de depositar un dulce beso en mi frente.