-Despierta, cariño -dijo besándome ambas mejillas. Sonreí, abriendo los ojos. -Feliz cumpleaños. Bienvenida a los diecinueve.
Ya habían pasado casi tres años desde que me pidió que fuera su novia. Dos años desde que Cara murió. Un año desde que me mudé con él, pues no soportaba vivir con mis padres en la casa donde alguna vez ella estuvo. La casa donde lo hizo.