Capítulo 19

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Son las ocho de la noche y yo sigo aquí. Ignorando las llamadas del equipo.

Cuando llama Jake por tercera vez decido que es a él a quien le tengo que rendir cuentas después de todo, así que sí que atiendo. Pasó un día desde la última vez que los vi de todos modos.

Me aparto de la cocina que es donde estuve con Ian comiendo algo hasta hace un rato y atiendo.

—Antes de que digas algo, estoy buscando información de la CIA. Sobre el sujeto ese que vimos hace unas semanas, el jefe.

—¿Y no podías decir eso en vez de no atender y preocuparnos a todos?

—Avisé que estaría afuera.

—No durante tantas horas. ¿Cuándo vuelves?

—Dentro de unas horas.

—¿Dónde estás?

—No lo sé sinceramente. En el medio de la nada. En un bosque.

—¿Estás sola en el medio de un bosque con un desconocido solo por información?

—Confío en él.

—Pues yo no.

—No puedo seguir hablando ahora. Vuelvo en unas horas.

—Pásame la ubicación. Si no estás aquí para la medianoche voy con helicópteros y tanques hasta allí.

El menos exagerado.

—Jacob...

—Jacob y una mierda. Mándalo.

Cuelga

¿Por qué todos me cuelgan? Pero lo hago, envío la ubicación y suelto un chillido molesta. Suspiro.

Ingreso y lo veo recostado en la mesa.

—¿Ya me vas a decir lo que querías decir o vas a seguir dando vueltas y no respuestas?

—¿Conoces las obras de Freud?

—¿Freud? ¿El del sueño? —asiente —No mucho siendo sincera.

—Freud fue el padre del psicoanálisis, el fundador de la teoría. Descubre el inconsciente, después por formación del inconsciente se basa en el estudio de los sueños y saca uno de los libros más famosos que tiene.

—¿Formación del sueño? —pregunto confundida.

Blanquea los ojos y hace un ademán restándole importancia.

—Ponme atención en esto: empezando por algo sencillo. ¿Qué es el inconsciente?

Quiero preguntar de qué me sirve saber sobre Freud si yo pregunté por los estudios que le hicieron a él y Mike. Pero la mirada que me da es una que entiendo rápido como sin lugar a réplicas.

—¿La parte de nuestra mente que reprime recuerdos y pensamientos? —intento hablar con la misma confianza que tiene él, pero mis palabras suenan más como una pregunta que como una afirmación.

—Sí. Es el baúl que tiene bajo llave conocimientos y elementos que forman parte de nuestra mente, están escondidos en lo más profundo de nuestro ser. Sin embargo, siempre pretenden salir a la superficie, por lo que hay una serie de manifestaciones en el que el inconsciente intenta decirnos qué es lo que sucede en su interior. Se presentan como mecanismos de defensas. ¿Se te ocurre alguno?

Parece un puto examen.

—No.

—Los cuatro más importantes son el de represión, que es cuando olvidamos hechos traumáticos por los que pasamos. El de negación que es que uno niega las consecuencias que afectan en el comportamiento. El de proyección, es decir, el de no hacerme cargo o asumir cierto hecho y echarle la culpa al otro. Y el de regresión que es cuando mentalmente vuelves en el tiempo a un momento feliz.

Yo soy la claveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora