Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️]

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Allisa Parker // 18 de Septiembre, 2021

Estaba haciendo la tarea de Biología escuchando música en la soledad de mi habitación, había dejado algunas para el inicio del ciclo escolar y estaba algo estresada por eso.

Estaba algo decaída últimamente, no hablaba mucho con mis amigos últimamente después de enterarme que hablaban mal de mi novio a mis espaldas.

Me quité los audífonos al oír que tocaron el timbre así que estiré el cuello para después levantarme y salir de mi habitación para ir a abrir.

Cuando abrí la puerta de la casa vi a Jason por lo que sonreí un poco y después me hice a un lado para dejarlo pasar

—¿Cómo estás cielo? —Dejó un corto beso en mis labios.

—Bien, estoy bien —respondí y comencé a subir las escaleras con él a mis espaldas.

Entramos en mi habitación y él se sentó en mi cama mientras yo me sentaba en la silla de mi escritorio. Apreté los labios al ver mi pared vacía, solía ponerle fotos pero ya no me gustaba.

—¿Qué haces Allisa? —Miré mi cuaderno con los bolígrafos sobre éste y después tomé aire. 

—Tarea de Biología —respondí cerrando el cuaderno, podía acabarla mañana—. Puede esperar, es para la otra semana.

—¿Qué quieres hacer? —preguntó colocando sus manos en mis rodilla y tragué saliva. 

—No sé, ¿Vemos una película? —Sonreí intentando no parecer tensa y él asintió—. Vamos.

Tomé mi celular y salí a de mi habitación después de él para bajar a la sala abrazándome a mi misma manteniendo la mirada en mis pies.

Ambos nos sentamos en el sofá y yo encendí el televisor para colocar Netflix. Dejé mi celular en la mesa que estaba frente al sofá y después me abracé por el abdomen.

Buscamos una película y finalmente nos decidimos por Un lugar en silencio.

Estábamos viendo tranquilos la película y casi al final me dieron ganas de ir al baño por lo que me levanté para ir. 

Entré e hice mis necesidades, luego me lavé las manos para secarmelas y después volví a la sala para encontrar a Jason con mi celular en la mano y la película pausada.

—¿Qué haces? —pregunté un poco asustada al ver su expresión de seriedad.

—¿Tienes algo con Jaeden? —preguntó sin apartar la vista de mi celular lo que me dejó descolocada.

—¿Qué? No, claro que no. Casi ni hablamos ahora —respondí acercándome a él sintiendo mis manos sudar.  

—¿Entonces por qué te escribió si podían verse? —cuestionó apretando mi celular con rabia y abrí los ojos asustada—. Si según tú no han hablado en tres semanas, por qué te escribe eso.