Allisa Parker
Cuando terminaron los diez minutos finalmente el doctor Wolfhard se digno a aparecer mientras yo me mordía el labio inferior consternada por lo del espejo.
—Buenas tardes Allisa —saludó y se sentó en la silla frente a mí así que subí la mirada—. ¿Hiciste lo que te pedí?
—¿Qué pasa si le digo que no pude? —pregunté a la defensiva.
—¿No pudiste decirte cinco cosas que te gustan de ti misma? —Me miró incrédulo y algo sorprendido así que me e cogi de hombros.
—No, no pude y no sé cómo usted quiere que eso me ayude —respondí intentando no verme afectada a causa de mis inseguridades y él suspiró.
—¿Quién te hizo tanto daño como para que no puedas ver cosas buenas en ti? —preguntó apoyando sus manos en el escritorio y sentí un nudo formarse en mi garganta.
—¿Qué quiere que le diga? Ni que eso fuera a hacer que me sintiera mejor —hablé sin estar dispuesta a ceder, pero siendo consciente de que me sentía fatal.
—Me ayudaría a entenderte mejor, a ayudarte —insistió y sentí mi pecho cerrarse y mis ojos picar.
—¿Por qué aún insiste en que quiere ayudarme? —cuestioné pasándome una mano por los ojos—. Ni siquiera coopero.
—Porque me gustaría ayudarte, no sé qué tanto daño te han hecho ni el por qué no te ves nada bueno cuando seguramente muchos sí lo ven —Lo miré aún dudando de la veracidad en esas palabras—. Déjame ayudarte.
—¿De verdad no hace esto porque es su trabajo? —pregunté y después apreté mis labios.
—Lo hago porque quiero hacerlo, quiero ayudarte de verdad —Bajé la mirada y luego la volví hacia el haciendo contacto visual lo que hizo mi boca secarse.
—Entonces voy a dejar que me ayude —respondí luego de soltar un largo suspiro—. Porque hasta hoy me di cuenta que de verdad lo necesito.
—Entonces me encantaría ayudarte Allisa —Me sonrió y yo intenté devolverle el gesto porque lo del espejo seguía rondando por mi mente—. Bueno, ahora sí comencemos.
—Está bien —Sacudí la cabeza y luego me coloqué las manos en las rodilla moviendo un poco mis pies.
—¿Cómo te ha ido en estos días? —preguntó y abrió el cuaderno para después tomar un bolígrafo.
—Bien, creo —respondí para después rascarme el cuello.
—¿Por qué lo crees? —indagó y tragué saliva.
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Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️]
Novela Juvenil[T E R M I N A D A] E N E D I C I Ó N Ella era una chica insegura y dañada psicológicamente y él parecía ser la luz al final del túnel. Su corazón fue destrozado por intentar sobrellevar una relación llena de toxicidad y violencia no sólo mental s...