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Tn POV

Al día siguiente sentía que las cosas con mis amigos estaban algo tensas, no sé por qué, pero lo sentía.

Tal vez era por lo del grito del día anterior, pero de verdad me habían comenzado a molestar con tantos comentarios sobre él.

- Si bueno - Todos miramos a Jaede - ¿Qué tal su día? - Intentó romper el hielo durante el almuerzo.

- Del carajo - Respondió Sadie - Este día es horrible.

- ¿Por qué? - Me animé a preguntar.

- Claro, cómo lo sabrías - Habló a la defensiva y yo bajé la cabeza.

- Oye Sadie, calmate - Trató de tranquilizarla Noah.

- Pues claro, como ustedes están bien con los últimos exámenes que hemos tenido no se preocupan - Nos miró a ambos.

- No te entiendo - Hablé.

- Ese es el problema, nunca entiendes Tn - Me miró molesta.

- Cállate, que estés por reprobar dos materias no te da el derecho de tratarla así - Me defendió Jaede.

- ¿Es por eso? - Cuestioné - ¿Por qué estás mal en algunas materias?

- Sí, no tengo ni idea de porque ahora todo te sale bien pero estoy jodida con todo - Me respondió.

- No exageres - Intervino Noah - Que le vaya bien no tiene nada malo.

- Pero es que ahora la siento muy diferente - Se excusó - Como ayer, jamás nos había gritado.

- ¿Es por eso? - Cuestionó Jaede - Te juro que si no hubiera sido ella hubiera sido yo, estaban demasiado irritantes.

- No, es por su cambio tan repentino - Explicó.

- ¿En qué he cambiado? - Cuestioné - Sigo siendo la misma.

- La misma, claro. La que ahora nos responde, ¿No? - Seguía insistiendo.

- Tus razones para estar molesta con ella son muy idiotas - Noah la miró.

- No puedo con esto - Me levanté y salí de la cafetería para encerrarme en el baño.

Me frustraba que se hubiera enojado conmigo por lo de ayer, porque claramente era por eso.

Debía estar acostumbrada a que yo fuera como su muñeca, que no dijera nada y permitiera que ellos decidieran todo.

Siempre sonriendo y estando de acuerdo con todo lo que ellos querían, pero sencillamente aveces no podía más.

Sentí algunas lágrimas bajar por mis mejillas y ni siquiera me moleste en limpiarlas.

Me la pasé encerrada durante el resto del almuerzo mientras lloraba.

Por más que ellos fueran mis amigos nunca iban a entender lo que me pasaba, lo que sentía.

Siempre que me veían levemente vulnerable su consuelo era decirme que no llorara porque no valía la pena hacerlo, por eso prefería esconder mi llanto.

Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora