Cortejo de un alfa |Kookgi|

Capítulo 14

  —Ya deja de negarlo amigo, lo vimos todo—dijo Namjoon con una sonrisa en el rostro—No deberías de tomarlo tan fuerte por los hombros solo para darle un beso.

La situación era peor, Namjoon y Seokjin no habían parado de decir que se habían estado besando sin prestar atención a las escusas que les daban. Yoongi se había acurrucado en la silla frente al escritorio con Seokjin en la silla a un lado de el, Namjoon detrás de ellos y Jungkook sentado en la silla del escritorio. El rostro del Jeon estaba pálido y tenía el cabello totalmente desordenado.

  —Solo estabamos hablando—dijo Yoongi—No es nada de lo que están pensando.

Sus intentos por hablar y aclarar lo que había ocurrido estaban siendo ignorados, igual de lo que había ocurrido con la modista.

  —Las personas hablaran mucho cuando se sepa su boda, ¿ya pidieron el permiso para casarse?—preguntó Seokjin totalmente emocionado.

El alfa Jeon se levanto de un sobresalto azotando sus manos sobre el escritorio logrando que los presentes dieran un salto en sus lugares.

  —¡NO NOS VAMOS A CASAR!—grito Jungkook—Nunca voy a casarme con él aunque seamos los ultimos alfa y omega en la tierra, así que dejen de hablar de eso.

Sin poder evitarlo varias lágrimas escaparon de sus ojos, esas palabras habían sido bastante hirientes. Se levanto de la silla y abandono la oficina. ¿Realmente era tan poco para un alfa? Entendía que el duque Jeon no quisiese casarse con él pero para decir tales palabras. Estaba a punto de abrir la puerta principal cuando esta fue abierta por su madre y la madre del duque que impedían su paso.

  —Justo estabamos hablando de ti cariño—dijo la mujer Jeon—Espero que...

  —Vámonos—dijo en dirección a su madre con voz débil.

  —Apenas estamos empezando con las preparación de la boda...

  —¡NO HABRÁ UNA BODA!—grito interrumpiendo a su madre y pasando por en medio de las dos mujeres para salir.

  —¡JEON JUNGKOOK VEN AQUÍ!

Camino por las calles en dirección a su casa, con los ojos llorosos y las palabras del duque en su mente. Aún sabiendo que el duque no quería casarse las cosas que dijo de su persona le hicieron sentirse muy mal, le hicieron sentirse como el peor omega que pudo a ver existido. No tardo mucho en llegar a su casa y encerrarse en su habitación ordenando que no se le dijera a su madre en que lugar de la casa estaba. Junto con un par de cobertores que había tomado de un baúl en su habitación y una se las almohadas de su cama se oculto bajo su cama y se envolvió por completo.

...

  —¿Qué fue lo que le dijiste a tu prometido?—preguntó la madre Jeon con las manos en la cadera y su mirada molesta dirigida a su hijo—¿Qué clase de alfa hace que un omega llore?

Jin y Namjoon veían todo desde un rincón en la oficina, habían intentado irse cuando la mujer Jeon había entrado en la oficina, pero por ordenes de la misma habían terminando presenciando toda la situación, probablemente para que el Jeon sintiera vergüenza.

  —No es mi prometido y te pido que dejes de llamarlo de esa forma—dijo Jungkook—No voy a casarme con el omega Min, con tus palabras solo estas empeorando las cosas.

  —Bien, dejare de insistir, pero no por que tu me lo pides—dijo la mujer—Ese bonito omega no merece tener un alfa tan horrible.

El corazón de Jungkook se estrujo y es que su madre dijera que era un alfa horrible no era nada agradable de escuchar. Se levanto de la silla al ver a su madre darse la vuelta.

  —¿Cómo pude criar a un alfa sin respeto por los omegas?

Jin miro a Jungkook tras las palabras de la mujer a la espera de que el otro respondiera. Jungkook miro a su madre con el rostro fruncido.

  —¿Porqué dices eso?—preguntó Jungkook—Mis palabras no fueron las mejores pero debía dejarles en claro que no somos nada y mucho menos estamos comprometidos, todo esto resulto de un estúpido incidente en que lo tuve en mi casa por menos de dos días.

  —La reputación de ese omega quedará por el suelo, nunca lograra casarse o formar su propia familia—dijo la madre con voz temblorosa y sin prestar atención a las palabras de Jungkook.

  —¿Y que quieres que yo haga? No fue mi culpa que las cosas escalaran de tal manera.

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Espero les guste este capítulo, disculpen cualquier error de ortografía. Voten y comenten