Capítulo 23

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  —Es muy emocionante.

  —Solo iremos a ver algunas casas.

  —Eso es lo emocionante, que Jungkook esta dispuesto a dejar esta casa para complacerte, ustedes van a terminar muy enamorados.

Un sonrojo cubrió el rostro de Yoongi. Metió un trozo de pan untado de mantequilla en su boca evitando el contacto visual con Jin y Namjoon, especialmente con este último. Jungkook estaba en su oficina arreglando algunos contratos, había pasado mucho tiempo sin trabajar por lo que había una gran montaña de papeleo en su escritorio.

  —En cuanto vuelvan cuentame como estuvo todo y que casa eligieron.

Asintió concentrándose en comer su desayuno. Jin casi lo arrastro hasta la puerta principal después de que terminara de comer aunque Jungkook no había bajado aún. Seokjin estuvo con él en la puerta hablando de diferentes temas. Jungkook tardo diez minutos en bajar y Jin desapareció rápidamente sin pronunciar palabra pero con una enorme sonrisa en el rostro.

  —Lamento la tardanza, tenía mucho trabajo.

Jungkook se acerco con una sonrisa de disculpa y vistiendo un pantalón ajustado y una camisa blanca con los primeros botones sueltos dejando ver su pecho al aire y llamando la atención de Yoongi, quien con un sonrojo mantuvo su mirada en la piel descubierta del alfa.

  —No se preocupe lo entiendo.

  —Espero que no tenga problema si cabalgamos, las casas no están muy lejos y el día es perfecto para hacerlo.

  —No hay problema.

No es que Yoongi no hubiera cabalgado anteriormente pero solo había sido por paseos de corto tiempo y con la compañía de su hermano, quien guiaba su caballo. El nerviosismo comenzo a invadirle y los muchos escenarios desastrosos que se formaban en su cabeza. Podría perder el control del caballo y terminar estrellándose o cabalgando a algún lugar desconocido.

Jungkook lo guío a través de la entrada de la casa hasta rodear la enorme mansión hasta los establos, que no estaban muy lejos de la casa pero si bien alejado de los jardines. Varios empleados estaban caminando de un lado a otro. Deteniéndose solo unos segundos para saludar a Jungkook con una reverencia.

El establo era un lugar grande con al menos quince caballos pura sangre.

  —Es increible, no pense que fuera tan grande.

  —Gracias, todos ponen mucho empeño en el cuidado del establo y los caballos. Pediré que preparen los caballos..

Tardaron treinta minutos en que los caballos estuvieron listos y fuera del establo. Yoongi miro con asombro por la majestuosidad del caballo de pelaje blanco sin mancha alguna. Jungkook miraba con diversión la expresión de Yoongi.

  —Su nombre es Lirio, ¿Puede subir solo?

Aún con la mirada en el caballo Yoongi nego   y con suma lentitud acerco su mano a la cabeza del caballo.

  —Venga, lo ayudare a subir.



Media hora transcurrió desde el inicio de su viaje. Yoongi logro mantener que su caballo se mantuviera a un paso lento y tranquilo aún lado de Jungkook, quien mantenía el mismo paso. El sol de la mañana golpeaba sus rostros de una deliciosa forma, era una gran mañana y el prado por el que cabalgaban era realmente hermoso con flores silvestre y el pasto de un hermoso color verde.

Tardaron una media hora en llegar a un sendero de tierra que estaba rodeado por arbustos un poco descuidados, al final del sendero se encontraba  una hermosa casa de campo con enredaderas subiendo por sus paderes y grandes ventanas. La casa era grande, no tanto como la de la familia Jeon, pero si lo suficiente como para permitir que una familia de diez personas viviesen comodamente. Para Yoongi esa era la casa de sus sueños, nadie lo molestaría y la sociedad no sabría mucho de su vida.

Para Jungkook ver el rostro iluminado de Yoongi fue algo muy satisfactorio, no había visto esa reacción en el omega o en cualquier persona a su alrededor. Le agradaba mucho ver esa expresión en el hermoso rostro del omega.

  —¿Le gusta?—pregunto Jungkook ya sabiendo la respuesta.

  —Mucho, parece de un cuento—respondió Yoongi mirando a Jungkook con una brillante sonrisa—¿Podríamos entrar?

  —Por supuesto, es necesario que la vea por dentro para saber si la quiere para usted—dijo Jungkook.

Se detuvieron frente a la casa, Jungkook bajo de su caballo y ayudo a bajar a Yoongi, tomándolo de la cintura con tanta suavidad como le fue posible y dejándolo en el suelo.

  —Gracias por su amabilidad.

  —Es mi prometido debo ser amable.

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Espero les haya gustado.
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Lamento cualquier error ortográfico.

Cortejo de un alfa |Kookgi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora