CAPÍTULO 30

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- ¡Ani! - dijo al sostenerme - ¿estas bien? ¿que fue lo que sucedió? -

- No puedo... - dije sintiendo mi corazón latir con fuerza y el aire faltandome en los pulmones - No... puedo sentir... mi lado fantasma - dije observando mi mano mientras cambiaba de un estado a otro sin que yo pudiera evitarlo

...

No bastó mucho para encontrarme con sus ojos ácidos. Un verde resplandeciente se alumbraba frente a mí y una sonrisa enmarcaba su rostro.

cuando habló sus palabras hicieron eco en mi cabeza

- Tienes miedo -
- Déjame adivinar - dije, sin apartar la mirada de mi reflejo - Eh... ¿como era?... ¡ah si! ...No podrás escapar de los que seras - repetí con sarcasmo. llevé las manos a mi cara y la froté con fuerza - ¿Que me esta pasando? - Pregunté para mis adentros
- Tienes miedo - Repitió la fantasma
- ¡AH... YA BASTA! - Ordené al reflejo que sonreía frente a mí - ¿De que tendría miedo? ¡Esto es ridículo! ... Estoy hablando con mi reflejo ... Ya esta. He enloquecido - comenté alejando la mirada del espejo - Damas y caballeros ... finalmente el fantasma ha enloquecido... -
- ¿Sabes cuanto daño puede hacer un fantasma enloquecido? -
Volví la mirada a la voz en el espejo, esta vez Masters acompañaba al fantasma poniendo una mano sobre su hombro. Apreté los puños y estrellé un golpe en el espejo.
Claro que sabia eso, ya lo había vivido. Rápidos recuerdos desfilaron frente a mis ojos, gritos, explosiones, caos, desesperación... Llevé mis manos a mi cabeza aferrándome a las palabras de mi madre mientras mis dedos sangraban levemente
"Tú eres la esencia de tu propio ser, tú y solo tú puedes decidir lo que eres ..."
- Es lo que decidimos hacer con nuestras vidas lo que marca nuestro destino - murmuré para mis adentros
Respiré hondo y solté el aire con enorme lentitud
- ya paso - me dije - ya es pasado ...-
Sin embargo, algo enganchaba en mi mente aquellos recuerdos. ¿Y si eso no había sido todo? ¿Y si ese enorme poder solo había sido la punta del ice berg?
No.
Había tocado fondo allí, me había deshecho y me había vuelto a poner en pie... Eso era todo, ese horrible episodio era todo el daño que un enloquecido fantasma podía causar.
"Esta cambiando y sus poderes también..."
¿y si Masters no había tocado fondo? ¿y si todo aquello había sido solo el comienzo, entonces, cuanto mas daño podría causar si esta vez el enemigo, sea quien fuese, no tendría control alguno?.
No, yo no era un arma. Nadie jamas volvería a usar mi poder para dañar a otros ... Pero ¿y si esta vez, ese enemigo... era Yo misma?.
Sentí mi corazón latir con fuerza ¿porque seria yo mi propia enemiga? Ya había visto mi poder destructivo al servicio de otro, ahora mi padre había mencionado que estaba cambiando y mi poder también, ¿seria posible?... ¿seria posible que al cambiar, al crecer como decía papá, fuera demasiado el poder que corría por mis venas y terminara perdiendo el control?.
Eso era ridículo, mi poder no era una parte separada de mí, mi poder era yo. La energía que fluía por mis manos, era yo.
"Fantasma y humana son una sola"
Había dicho mamá ¿lo habría dicho demasiado pronto?

- Me encanta el olor del miedo...- Escuché

Una nubecilla azul salio de mi boca, volteé de golpe encontrándome con una enorme sombra negra que tomaba forma ante mí
-  Te encantará como te parto la cara - dije transformándome
La enorme sombra parecía tener alguna forma humanoide y media más de dos metros, su cara era ovalada y con dos cuernos violeta sobre la cabeza, parecidos a los de un animal, sus ojos ardían de un rojo intenso mientras que lo que era su cuerpo se teñía de un color negro con puntos brillantes como estrellas en un cielo nocturno.
- Ese mal carácter acabará contigo algún día - dijo el fantasma con voz melosa mientras sonreía y negaba con la cabeza
- Sí, me lo dicen mucho ... - Comenté alzándome a la altura de su rostro y cargando mis puños de energía
- Supongo que ellos también te lo han dicho - comentó aquella sombra desviando su mirada y posandola sobre el espejo que momentos antes había mirado
- ¿que?... ¿tú... tú puedes verlos? - pregunté sintiendo que mi energía se apagaba en mis manos
- Cualquiera puede ver tu locura, niña fantasma - dijo con tono arrogante mientras fingía mirar sus uñas - Es evidente que tanto poder se te ha subido a la cabeza -
De nuevo mis puños ardieron, apreté los dientes y respiré pausadamente
- ¿que es lo que quieres? -
El fantasma posó sus ojos escarlata en mí
- ¿Que que quiero? - preguntó mirando de nuevo al espejo - eso quiero - y de nuevo volvió a mirarme
- ¿como dices? - pregunté confundida
- ¡ES OBVIO NIÑA ESTÚPIDA! -
Por la altura a la que estaba no me era posible mirar el reflejo de aquel espejo pero reconocía aquella voz. Era mi voz, la voz de mi reflejo malvado gritando en el espejo
- ¿NO LO ADIVINAS? ¡AY POR SATURNO! YA SE LE ATROFIÓ EL CEREBRO... ¡NOS QUIERE A NOSOTROS! ¡QUIERE TUS MIEDOS, TONTA! -
- ¿Mis... miedos? - pregunté aún confundida
- ¡AY NO PUEDE SER - al hablar aquella voz dibujo en mi mente a Masters - ¿ES ASÍ DE LENTA SIEMPRE? CREO QUE SU PODER LE ARRUINO EL PENSADERO -
- ¡CÁLLENSE! - grité sin dejar de mirar al fantasma que parecía radiante de gozo con aquella escena - ¡Tú! - escupí -¡Deja de hacer eso! -
- No estoy haciendo nada, pequeña - Respondió el fantasma sin borrar su sonrisa - Esas voces son tuyas, provienen de ti - comentó y flotó rápidamente hasta ponerse a pocos centímetros de mi rostro - Están dentro de ti - susurró - Son... -

The Ghost   [ Re subiendo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora