CAPÍTULO 1

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 ¡No deben saberlo! ¡creerán que eres una criatura paranormal, te encerrarán en un laboratorio, no volverás a ver la luz del sol jamás en tu vida!

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... ¡No deben saberlo! ¡creerán que eres una criatura paranormal, te encerrarán en un laboratorio, no volverás a ver la luz del sol jamás en tu vida!
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Aún tenía 14. 

Papá y yo vivíamos en Hell Mouth, un lugar sombrío, misterioso e inexistente en cualquier mapa en el que se buscase.

Allí papá desarrollaba su labor como científico e inventor, mano derecha de una organización secreta dirigida por un científico multimillonario, el señor Vlad Masters, dedicada al estudio y análisis de fenómenos paranormales.

En general nuestra vida era buena, la actividad constante de avistamientos paranormales hacía que papá ganara bien en su trabajo, por lo que nuestra casa, nuestro auto y su enorme laboratorio no carecían de lujos.

Pero todo estado de la materia debe cambiar en algún punto ...

Papá llevaba meses trabajando en su nuevo invento, que apetición del señor masters, sería capaz de conectar nuestro mundo con el mundo ultrasensible para fines de estudio.

En otras palabras, Masters le había pedido a papá crear un portal al mundo fantasma, donde abarcaría más terreno de investigación acerca de los misterios que comprendía este mundo.

Para cualquiera con una pizca de sentido común, aquella idea hubiera sido descabellada e imposible, pero no para mi padre.

Era un científico apasionado y entregado a su trabajo y poco o nada le importo lo ilógico del asunto; todo lo contrario, fue para él como su opus magnum.

Yo, por otro lado, estaba ahí siempre junto a él, siendo su ayudante con las tareas de la casa, la comida y el aseo de su zona de trabajo. A veces me reducía a una mucama en el laboratorio de un absorto científico y otras veces, volvía a ser la pequeña hija de un hombre que recordaba que era más que un científico.

Gracias a nuestra ubicación, toda mi educación era impartida por diferentes tutores en mi propia casa, era un tanto solitario, pero me daba el espacio para adentrarme al mundo de la ciencia al igual que mi padre y a su vez, de compartir más tiempo con él.

Finalmente, él era todo lo que tenía.

Después de algunos meses de varios intentos fallidos y de largas noches en vela viendo a mi padre metido entre sus estadísticas y computadoras, supimos que el portal estaba listo.

...

Faltaban unos poco minutos para que el gran invento de mi padre fuera mostrado a puertas cerradas por motivos de seguridad a el señor masters y sus hombres.

Mi padre, aun con algunas herramientas en los bolsillos, apretaba los últimos pernos en la parte baja del portal, mientras yo miraba con atención la enorme estructura

- ¡hija! ¿Estas escuchándome? – me incorporé al escuchar su voz y le miré en el suelo acostado con algunas herramientas a su alrededor - ¿puedes pasarme esa llave? – tomé la llave sobre una de sus mesas y se la entregué - ¿Qué te pasa pequeña? Estas distraída hoy – continuo papá, mientras apretaba con fuerza otra tuerca

The Ghost   [ Re subiendo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora