The Ghost [ Re subiendo ]

CAPÍTULO 23

"Vivir no es sólo respirar, Anaís, es tener un sentido, una causa, y una lucha por la cual levantarse cada vez que te golpean."

- ¡Pagarás por esto! – Gritó Ember

Antes de que la fantasma pudiera moverse, Masters había disparado contra ella.

Los demás fantasmas no tardaron en ir al acecho, cayendo uno a uno.

- Déjalos en paz - dije, pero mi voz fue un débil susurro - Déjalos en paz ... - Sin más fuerza que para existir, cerré los ojos, los gritos y disparos comenzaron a distorsionarse - Déjalos, Masters... -

Mi cuerpo comenzó a desvanecerse, el lugar comenzó a alejarse. Los ruidos, las luces, todo se esfumó hasta que todo fue engullido por la nada.

...

- Déjalos Masters – Mi voz sonó en alguna parte del vacío - ¡vas a dejarlos! -

Una pequeña luz verde brilló en algún lugar

- Alguien que lucha por los suyos... -

Las palabras hicieron eco y la luz comenzó a hacerse más grande

- ¡Dejaras a mis amigos! –

- Vivir no es sólo respirar, Anaís, es tener un sentido, una causa y una lucha por la cual levantarse cada vez que te golpean...-

El resplandor verde parecía avanzar hacia mí

- ¡No dejaré que les hagas daño de nuevo! –

- Algo late con fuerza en tu interior, algo más allá de ambos mundos... –

- ¡Dejaras en paz a mi familia! -

La luz se ampliaba, se acercaba y brillaba cada vez más

- ¡Dejaras en paz a estos fantasmas! ... ¡Dejaras en paz a Amity park! ... -

La luz se amplió hasta consumirlo todo. Se arremolinó en el vacío y poco a poco, adoptó una forma corpórea.

Una chica de pelo blanco y traje negro, me miraba con sus ojos de un verde ácido mientras sonreía

- ¿O qué? - Mi voz sonó en sus labios

Me acerqué a ella. La furia hacía que mis puños se apretaran con fuerza, pero no había fuego.

Mis manos no eran traslúcidas. Mi cabello caía por mis hombros bañado de un color chocolate.

El traje tampoco cubría mi cuerpo.

Mi corazón martilleaba contra mis costillas, mientras me acercaba aún más a aquella fantasma.

- Soy de él - Y la cara de Masters apareció en medio de la nada, como una visión que se esfumó de inmediato - Y tú y yo, no podemos existir al mismo tiempo - La fantasma cargó sus manos, conocía lo que haría a continuación, lo había hecho un millón de veces - Una de nosotras tendrá que irse -