CAPÍTULO 32

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Daniel retiró su mano de mi brazo de inmediato, soltando un leve ¡ouch! Todos voltearon a verle mientras este escondía sus manos, al hacerlo había visto un rojo brillante entre sus dedos 


...


- ¡vamos chica fantasma, sujétalo! – gritó la pelinegra

- ¡lo estoy intentando! – exclamé sintiendo la rabia subir a mi cabeza

Pero sabia que intentarlo no seria suficiente. Aquella mañana Skullker había decidido crear un gran alboroto en la ciudad robando algunos materiales de construcción que le servirían para crear algún retorcido invento, por fortuna la alarma de los fenton se había activado a tiempo alertándonos a Daniel y a mí de su presencia, a la vez que las alarmas marca Masters había alertado a toda la ciudad.

Equipados como podían, los fenton nos habían detenido y aclarado que ellos se encargarían

- No queremos que ... - había dicho apurada la señora fenton – que te hagas daño –

Y dándole una rápida mirada a mi padre había salido de casa en compañía de su esposo.

- O que haga más daños – murmuré

- No te hagas esas ideas, Ani – contrapuso el ojiazul – ellos se encargaran –

Pero Skullker había robado ya suficientes cosas para hacerse mas fuerte y darle aún más problemas. Cansada de ver lo que sucedía por las noticias, había decidido intervenir

- ¡eh! ¡Espera! – había detenido el ojiazul al verme salir - ¡iré contigo! –

Por el camino Daniel dio la señal a Sam y a Tucker para encontrarnos donde se libraba la batalla. Segundos después los tres chicos y la chica fantasma aparecían en el lugar para ayudar a los fenton, quienes ya había recibido algunos golpes del cazador y se quedaban sin defensas

- ¡Skullker! – grité disparando al cazador, pero dando sin querer en otra dirección

- ¡chica fantasma! – gritaron los fenton esquivando el disparo

- ¡Mocosa! – dijo Skullker con una sonrisa - ¿has venido a salvar la tarde? –

- ¡vete de aquí Skullker! – respondí

- ¡que territorial! - dijo el cazador saboreando la escena – me gusta. Pero esta vez ¡tú estas en mi territorio! –

El cazador disparó con su arma una red que me envolvió y atrapó en segundos, llevándome a los chicos al caer hacia atrás

- Lo siento – dije mientras tratábamos de incorporarnos – creo que rompí algo –

- Mis costillas – dijo Tucker levantándose

- En realidad, rompiste nuestras armas – observó Sam

- No importa – afirmó el pelinegro – Tuck tu ayuda a Ani a salir de ahí. Sam ven conmigo hay que ayudar a mis padres –

Los chicos corrieron en ayuda del matrimonio, mientras Tucker trataba de desenredarme de la red

- ¡quédate quieta! – exclamó – no puedo sacarte de aquí si no me ayudas –

The Ghost   [ Re subiendo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora