𝑩𝒆𝒚𝒐𝒏𝒅 𝒊𝒕 |𝑱𝒂𝒔𝒑𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒍𝒆|

ＳＩＸ

No fue hasta la noche, cuando Melissa entraba por la puerta que Lenna supo la verdad, sobre su pequeña amiga humana. Mientras Elliot seguía controlándole la fiebre, Lenna estaba en las escaleras delante de la puerta esperando a la matriarca de la familia.

—¿Qué le está pasando a Amaia?

—Temía que llegará este día y por otra parte, me aterra saber que ha llegado por que se avecinan problemas, problemas en tu mundo...

—¿A qué te refieres?

—Problemas sobrenaturales... Cuando la hija de la Luna vuelve, es para poner orden entre nuestros mundos, los fríos y los licaones, deben luchar codo con codo...

—Estúpido Edward, seguro que es debido a la estúpida humana esa... —No hacia falta jurar que a Lenna no le gustaba para nada Bella, no había motivo... simplemente no le gustaba algo le decía que iba a traer muchos problemas a su familia y a los suyos.

—No sé a qué se deba, pero... debemos estar atentos, May despertará en cualquier momento, nunca entrará en fase, pero es especial, tiene la fuerza y la velocidad de un licántropo en su cuerpo de humana y si es capaz de desarrollarlo será tan poderosa como un alfa.

—Creo que debería avisar a mi familia y por favor si en cualquier momento os sentís en peligro o necesitáis ayuda no dudéis en venir a casa...

—Lenna... —la paró en la puerta cogiendo su muñeca— Gracias por cuidar de mi pequeña... sabía que en algún momento vuestra amistad sería tan profunda como para que os podáis proteger

—No hace falta agradecer... Nos vemos Melissa

Cuando Lenna llegó a casa, reunió a la familia que se mantenía todavía bajo aquel techo. Edward había ido a reunirse con los Delani un tiempo intentando huir de Bella y un poco del destino que le ponía por delante asumir que Bella parecía destinada a ser el amor de su vida.

Todos escuchaban atentamente, cada uno con una expresión diferente, al acabar Carlisle se acercó a un libro antiguo recordando aquella leyenda y leyéndola para la familia.

—Si se avecinan problemas, estamos dispuestos a luchar contra ellos y a intentar que la familia se mantenga unida y a protegernos —Adler los miró a todos, sacando el héroe que siempre había llevado con él.

El ritmo normal de su vida volvió poco a poco, se turnaban para ir a cazar y para velar por la protección de la familia. La vuelta de Edward supuso que Lenna estuviera más alertad de lo normal. El primer día de instituto teniéndolo de vuelta fue normal.

Durante la tarde, Lenna, Rosalie y Alice estaban buscando un vestido para el baile de invierno por las tiendas de Port ángeles. Cruzándose con la mayoría de la población femenina que estudiaba en el instituto de Forks, entre ellas a Bella y a sus compañeras de mesa.

—¿Crees que encontraremos algo?

—Espero... por qué la opción de ir a parís está descartada Alice

—Mimimimi eso he oído Lenna

—Jah, iras tu sola porque no me apetece meterme en un avión

Volviendo a casa con las manos vacías vieron a Bella salir de una librería con un libro de aspecto antiguo y muy interesada en sus páginas y en el contenido que este exponía.

—Es un ratoncillo de biblioteca que es lo que le llama la atención a Eddie...

—No lo sé —Mientras llegaban a la calle de su casa, vieron salir a Edward a recibirlas, Alice le sonrió antes de entrar en trance. Edward pudo ver su visión y sin emitir ninguna palabra cogió rápidamente las llaves del coche y salió con el apretando el acelerador con fuerza.

—¿Qué has visto Alice?

—Estamos... un poco jodidos creo...

—Es la humana verdad —Lenna gruño y entró en la casa donde Jasper la esperaba sentado en las escaleras con una pequeña sonrisa. A Lenna una pequeña sonrisa de su esposo podía arreglarle cualquier problema.

—Hola amor ¿Qué estás haciendo aquí abajo?

—Noté que estabas un poquito enfadada y pensé que sería buena idea hacerte compañía... He encontrado una serie nueva que podríamos ver juntos y hoy he comprado una bolsa de M&M de cacahuete para acompañarla

—Oh... Esa idea me parece grandiosa... —Ambos subieron con tranquilidad a la habitación, a los pocos capítulos de Pequeñas mentirosas, Lenna cayó rendida del cansancio mental que llevaba acumulando. Jasper besó su frente y se quedó a su lado velando sus sueños.

A la mañana siguiente, al llegar al instituto, Lenna bajó con un par de libretas en su mano, mientras se abrochaba su chaqueta de corazones rojos y colocaba su bufanda más cerca de su cuerpo.

Bella se acercó con rapidez a Edward y ambos se alejaron hacia el bosque dejando a la enfermera con un mal presentimiento. Sin que la vieran los comenzó a seguir subida en los árboles, si en algo era buena era en colgarse de los árboles y en ser sigilosa. Más de una vez, Alice le había dicho que era como una ardilla, parecía estar tranquila subida en las ramas y mirando a la naturaleza.

—Eres imposiblemente rápido y fuerte, tu piel es pálida y fría como un tempano de hielo —Lenna se mordió el labio mientras oía, su secreto estaba siendo desvelado— a veces hablas como... si pertenecieras a otra época

—Siempre le dije que parecía idiota... —murmura captando la atención de Edward.

—No comes o bebes, y no hablemos de las excursiones en días soleados... ¿Cuantos años tienes?

—Diecisiete...

—¿Desde cuando tienes diecisiete?

—Bastante...

—Bistinti, imbecil... —Lenna gruño sabiendo que estaban jodidos.

—Se lo que eres.

—Somos un tampón Bella —comentó sarcástica— palidos y bebemos sangre...

—Dilo. En voz alta. Dilo.

—Vampiro

—¿Tienes miedo?

—No

—Pues ahora haz las preguntas básicas ¿Qué comemos?

—No vas a hacerme daño —Edward la cogió por el brazo y empezó a andar con ella, como furioso, o frustrado.

Bella lo seguía como podía, preguntándose si ahora que sabía su secreto, estaba en problemas o si la haría desaparecer del mapa, esperaba que no...

—Vamos a la cima, donde las nubes no cubren... —Lenna tenía suficiente de esta conversación, sabiendo que ahora la humana estaría involucrada en su vida de una manera u otra.

Lenna volvió al instituto encontrándose a Jasper junto a su coche, tenía su mochila colgada al hombro. No necesitaban muchas palabras para saber que hoy las clases se suspendían para ellos y que se irían a casa.

—Así que...

—Lo sabe, o por lo menos, sabe que Edward es vampiro... espero que esto no nos traiga problemas...