Cap. 19 La posibilidad de...

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Narra Anti:

Tanto tiempo sin tener una charla decente con Joseph me hizo estar más relajado en esta ocasión. Si, puede que me moleste la existencia del pelirrojo sumbando a mi alrededor como un molesto mosquito. Pero también había leído sus libros, en verdad es una persona que tiene cualidades para escribir grandes obras con solo un idea principal. Él lo va desarrollando y meditando por mucho tiempo, atascandose de toda la información necesaria hasta tener la base principal de su nueva obra por escribir.

Su entusiasmo es lo que me agrada de él.

Joseph: Oye Azael, ¿Cuando vas a casarte?

Inmediatamente empecé a toser, la pregunta me tomo desprevenido cuando me había comprado una limonada en un puesto muy cerca del carrusel.

Anti:....No creo que eso pase -Respondi una ves la tos se calmó- No lo necesito.

Joseph: Pero no crees que Alastor si -La mirada de "piénsalo" que me mandaba no me daba buena espina- Y quizás y le das un hermanito, para que aprenda a compartir. Ser hijo único lleva muchas desventajas.

Me empezó a codear las costillas mientras soltaba leves risas. Haciendo que me lo tomé menos enserio, no había cabida para eso conciderando que no tengo un órgano reproductor en este cuerpo de maniquí.

Anti: Estoy bien así, no necesito una esposa para solo eso -Yo podía enseñarle los buenos valores a Alastor si la necesidad de pareja, no era necesario- Por lo que deja de molestar.

Con una mirada un poco perversa bajó la voz de sus palabras a un pequeño silbido que solo yo podía escuchar...si les soy sincero, no sé cómo hizo eso, pero podía entenderlo.

Joseph: ¿Ni siquiera para disfrutar? -Empezó a sonar más sugerente a medida que volvíamos a la banca, moviendo sus cejas- Azael, en verdad tu vida sexual siempre fue una incógnita para mí -Le di un sape para que se callara, hablar de esos temas solo puede ser normal para este idiota pelirrojo- ¡Oye! -Se quejó, sobándose la nuca mientras nos sentamos.

Anti: Solo para aclarar, no necesito una vida sexual. Estoy bien así -Mis palabras no le llegaron, porque me vio con una cara que decía "Ay si, ajá"- Estúpido, además, nunca le ví lo interesante.

Saludé a Alastor cuando esté parecía verme con ojos de súplica, auxilio o quizás clemencia para que lo bajara de ahí. Pero negué con la cabeza, no quería que escuchará las vulgares palabras de este pecoso.

Joseph: Puede que eso se apagara con la muerte de tu esposa, pero yo sé que con la persona correcta -Empezó a sarandear su ceja- esa pasión ardera y te convertirás en un conejo.

¿Conejo?....que estúpido.

Anti: La lujuria no me interesa Joseph, métete eso en la cabeza -Negué.

Joseph: Quiero que me digas eso cuando encuentres a la persona indicada -Su mano se quiso acercar a mi muslo, la cual aparté de una fuerte bofetada- ¡Auch!

Anti: Y estoy seguro que no eres tú. -Lancé un suspiro.

Creo que ahora se entiende porque Joseph es una persona...sinvergüenza. No tiene tapujos en hacer lo que le venga en gana sin importarle la opinión de los demás.

Hasta cierto punto es admirable, porque a pesar de estar en un tiempo donde la etiqueta y educación es muy marcado, encontrar a una persona que parece alguien del siglo XXI es sumamente fascinante y extraño.

Joseph: Bha, ya verás que despertarás ese deseo sexual.

Es la segunda vez que me dicen eso. Supongo que nunca lo sabré...

Niñer@ de un asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora