CAP. 4 Atrapando al extraño

471 68 19
                                    

Narrador:

Alastor al fin habia cumplido sus 10 meses de nacido y ya podia pararse al sostenerse en algun objeto, hoy era un 4 de diciembre y como cada 4, Anti fue al cementerio de Nueva Orleans.

Si, todo normal, pero esta vez no fue solo. Vistió muy abrigadamente al castañito para llevarlo con él, claro que su sentido navideño se activo y le vistió con una ropa adecuada a la festividad.

 Vistió muy abrigadamente al castañito para llevarlo con él, claro que su sentido navideño se activo y le vistió con una ropa adecuada a la festividad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Ropita de Alastor)

Sin embargo, el pelinegro fue con la misma ropa que usaba al ir a ese cementerio, sus zapatos negros, con su traje negro de tirantes rojos. Esta vez le aumento una bufanda roja al igual que le puso una mini bufanda por seguridad a Alastor, mas sus zapatitos, mas un par de guantes de lana a cada uno.

 Esta vez le aumento una bufanda roja al igual que le puso una mini bufanda por seguridad a Alastor, mas sus zapatitos, mas un par de guantes de lana a cada uno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Anti actualmente)

Asi, partió a bajar la colina hacia la ciudad. Mientras bajaban, Alastor veia todo con mucha curiosidad, esta es su primera vez que sale fuera de la casa. Sus ojitos brillaban al ver las aves y los arboles.

Anti: (Para él todo debe ser nuevo y colorido)

En algunas ocasiones el castañito apuntaba con el dedo a las cosas que le llamaban la atención. Asi, el pelinegro bajo con Alastor en brazos.

Al llegar a los comienzos de la ciudad, se veia a kilómetros que muchos los veían pero sin siquiera parar ni un segundo, camino erguido con la cabeza en alto. No se hiba a agachar por las miradas que recibia, le valía un pepino las miradas y murmullos. En el camino, compro un ramo de rosas en la floreria donde siempre las compraba, ¿Y el dinero? A saber. No hizo una charla con el vendedor al verlo innecesario, ahora tenia un ramo de rosas y un castañito que queria tocar las rosas cosa que Anti se lo impedía para que no toque las espinas en ves de los capullos.

Asi fue hasta llegar al cementerio, el portero lo saludo y esta vez correspondió el saludo pero sin siquiera mirarle, debia acabar esto rapido ya que por las nubes grises se notaba que hiba a llover o quizas a nevar por estar en esas fechas y no quiere un Alastor enfermo. A paso tranquilo pero con cierta prisa, llego a los extremos del cementerio, el verde pasto esta bien cuidado en esa area y las tumbas tienen cierta distancia por si algun familiar quiere construir un mausoleo alrededor de la tumba (Cosa que esta pensando hacer).

Niñer@ de un asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora