Nadie podía creer la lealtad que le tenían los dragones a la última hija de Baelon, la hija de Saera, la niña bastarda era impresionante hasta para los que no la conocían y su belleza no tenía igual, su padre solo pudo estar con ella 5 años antes de...
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Narrador secundario.
La última vez que Daemon la vió fue cuando la dejó de nuevo con su hermano, hace 6 años. No negaba que desde que la vió entrar le pareció la mujer más hermosa que los ojos del Targaryen pudieron ver en sus largos 30 años.
Pero al tenerla de cerca lo noto, su cabello blanco como la nieve del norte y sus ojos violetas tan brillantes que cualquiera se perdía en ellos, era blanca con los labios rojos y reconocía que su madre debía tener buenos genes por ser tan hermosa.
No pronunciaba palabra alguna y se sentía estúpido ante ella y esos ojos, su hermana sonrió al ver que tenía hipnotizado a su hermano mayor.
- ¿Que pasa Daemon, nunca viste a alguien tan hermosa?
- Me parece que necesitan un momento a solas.
- No!- contestó rápidamente el príncipe - Les traje algo.
Sacó de su costado dos collares que deslumbraron a las chicas y la primera en querer tomarlo fue su hermana.
- ¿Saben lo que es?
- Acero Valyrio.
- Como hermana oscura.
- Ahora ambas tendrán una parte de su legado.
Ella tomó el suyo, el cual tenía una piedra negra en el medio y el de su sobrina tenía una roja.
- Te lo pondré, date la vuelta Nyra
La princesa hizo caso, quitándose el que traía para después sentir las manos de su tía poner el nuevo collar.
- Hermosa.
- Así es.
Ambas salieron de la sala junto a su tío y esa tarde se quedó así, cada uno tomó diferentes direcciones.
Rheaenerys caminaba por las orillas de la playa mientras sus 2 dragones la seguían jugando entre ellos. Pensaba en lo que podía deparar el destino y el regreso de su hermano el cual no la tenía del todo contenta.
También la amistad de su sobrina con Alicent, las veía y sabía que se amaban, Nyra era obvia pero Alicent intentaba ocultarlo.
Sabía que tarde o temprano intentarían casarla con alguien y ella no quería eso, su mente se fue por un tiempo hasta que chocó con algo o más bien alguien.
- Lo siento yo...
- Sabía que estarías aquí.
La sonrisa de la princesa fue tan grande que cualquiera que la viera diría que por poco sus dientes salen de su boca.
- Kilarium por los Dioses!
- Por los Dioses Nerys también te extrañe, pero vamos a ca...
Demasiado tarde, ambos jóvenes se encontraban en el suelo abrazados, cualquier pensaría que son una pareja muy enamorada que no se ve desde hace tiempo, pero solo uno de ellos amaba a la otra persona y ese era el Stark.
