Nadie podía creer la lealtad que le tenían los dragones a la última hija de Baelon, la hija de Saera, la niña bastarda era impresionante hasta para los que no la conocían y su belleza no tenía igual, su padre solo pudo estar con ella 5 años antes de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escenas explícitas Contenido maduro Masoquismo y trato no grato +21 Leer bajo su responsabilidad.
Sus labios volvieron a los míos mientras que intentaba pensar en algo para no hacerlo pero mis sentidos parecían gritar que lo hiciera.
Mis manos viajan a su cabello y tiro de él mientras nuestras lenguas parecen tener una batalla dura, sus caricias bajan a mis pechos y jadeo cuando me empuja su miembro duro en el vientre.
- Dae...- la palabra queda interrumpida por sus besos en mi cuello - Ah Dioses.
- Dioses Erys.
De la nada me encuentro en el suelo bajo su cuerpo alto y marcado mientras me pega su miembro entre las piernas, no pierdo mi tiempo y jalo de la camisa blanca la cual se rompe bajo mi fuerza.
Los pequeños botones salen disparados y parece que le gusta, ya que me jala el cabello mientras me come los labios con fuerza y me aprieta un pecho.
- No pienso detenerme - baja sus besos a el inicio de mi pecho - Ni aunque me grites que lo haga porque no puedo sacar la imagen de ese niño tocando lo que es mío.
El jalón que le mete a mi vestido lo rompe y lo miro enojada, maldita sea no sé porque me siento mojada.
- Escucha Daemon yo...- la mirada que me tira me deja sin habla, sus ojos parecen negros con el morado tirado en las orillas.
- No me digas nada que no me importa, te voy a mostrar porque debía ser yo.
Y es todo, su lengua caliente cae en mi pecho y no sé lo que hace pero los gemidos son duros y fuertes mientras mi cabeza cae en el suave pasto y su mano pellizca mi otro pecho.
Esto es diferente y no puedo creer que le dé pie mi cuerpo para tomarme como quiera ya que mis piernas se abren para que se acueste entre ellas.
Sus manos bajan el vestido mientras le ayudo a quitarlo, quedando desnuda bajo su mirada, la cual viaja a todos lados en mi cuerpo.
- No te imaginas todo lo que hubiese dado por ser el primero en tocar esto que tengo frente a mí.
Su mano recorre mi cuerpo, desde el pecho hasta el estómago sin apartar la mirada de mi, cae sobre mi vientre y baja hasta mi parte íntima la cual me hace temblar cuando toca mi botón.
Una sonrisa diabólica crece en su cara y cuando voy a decirle que si algo sucede uno de sus dedos entra en mí y pierdo el foco de sus ojos cuando los míos se van.
- Por los siete.
El gemido sale y no hay como detenerlo, lo pierdo y veo que está con la cabeza entre mis piernas, lo que me hace querer cerrarlas de inmediato, pero no me deja, sus ojos vuelven a los míos.
- Te quiero ver retorciendo te debajo de mi lengua, está vez con luz.
No me deja contestar ya que mete la lengua caliente a mi agujero y pierdo la cordura abriendo más mis piernas y tirando de su cabello blanco.
