Nadie podía creer la lealtad que le tenían los dragones a la última hija de Baelon, la hija de Saera, la niña bastarda era impresionante hasta para los que no la conocían y su belleza no tenía igual, su padre solo pudo estar con ella 5 años antes de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rheaenerys.
La carta que le dejé a mi hermana me partió el alma pero era el momento de irme, Laenor me dejó claro que cuidaría de ella al igual que mi gente, Aegon y Helaena tenían gente cuidando de ellos igual y me dolía dejar atrás mi hogar, el aire frío me hizo sonreír sobre Onyx, no iba a viajar en barco ni aunque mi vida dependiera de ello.
Me sentí cansada pero no faltaba mucho para que mi enorme dragón volara hasta donde debía, Strexa nos seguía mientras el aire se ponía pesado.
El rugido en el aire me hizo subir la mirada mientras Caraxes pasaba volando lo más rápido que podía creer a mi lado, Daerys se sostuvo fuerte de mí mientras me reía.
- No es gracioso, no sé montar un dragón y no sé si alguno me vaya a querer.
- Tranquilo, ellos nos escogen, no nosotros a ellos, además si te soy honesta eres un Targaryen y lo traes en la sangre, nadie sabe cómo montar un dragón.
El aire se volvió espeso y caliente dejándonos ver esos múltiples volcanes en la Isla.
- Bienvenido a Montedragon querido hermano.
Strexa se perdió entre los volcanes y yo bajé de dragón extendiendo la mano a mi hermano el cual me miró mal.
- ¿Qué? Creí que necesitabas ayuda para bajar.
- No es gracioso Erys - me lanzó una mala mirada mientras veíamos a mi caballero de cabello blanco caminar hacia nosotros.
- ¿No se supone que deberías estar llendo a Volantis en un barco con los niños?
- Prefiero volar, gracias - voltee a ver la entrada de la enorme cueva - Además, mi comandante, mano y hermano necesita un dragón y lo he traído a su muerte.
Ambos me miraron mal mientras reía, caminé hasta la entrada de la cueva recordando cuando vine por Onyx.
- Debes entrar solo.
- ¿Y como sabré cuál será? ¿Cuando me coma o cuando sea cenizas?
- Deja el drama Daerys - lo voltee a ver y miré a Daemon - No lo puedo explicar hermano, pero lo sabrás.
- Bien, nos vemos en otra vida.
Y con eso él dramático entró haciendo que Daemon riera a mi lado.
- Los dragones te obedecen, ¿Por qué no lo has acompañado?
- Deben concentrar se en él, no en su Reina.
- Te he extrañado - lo miré.
- No parecía cuando te fuiste de la boda.
- No era algo que quisiera ver - sus ojos fueron a mi vientre - ¿Cómo es posible que ya se note?
- Tal vez es como el anterior y salgan dos dragones de mí - sonreí cuando su mano viajó a mi vientre.