Capítulo 8. Jugemos a algo

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Sonrío mientras le doy color a mi dibujo.

Mis cejas se entrejuntan en señal de concentración.

Estoy sentada sobre el pasto y mi espalda se encuentra arrecostada a un arbusto.

El viento sopla más fuerte y me despeina pero yo no puedo dejar de sonreír, he extrañado tanto esta sensación que ni siquiera me molesta tanto como debería estar rodeada por cuatro hombres armados, en forma de cuadrado,y yo, justo en el centro, vigilando cada movimiento que hago.

Ésa había sido la condición de Ángel para poder salir al patio.

¿Intentar escapar?

El miedo a fallar me detiene.
No soportaría pasar por lo mismo otra vez, no después de lo que sucedió entre el caído y yo, habíamos hecho el amor, y había sido, por mucho, la mejor experiencia sexual de mi vida.
Bajar a desayunar al otro día fue una tortura para mí, aún recuerdo la vergüenzaque sentía, por suerte ninguno en la mesa se atrevió a decir una palabra sobre la ausencia de Ángel y yo durante la cena de la noche anterior, lo que agradecí infinitamente.

Hoy se cumple una semana de mi rendición, desde entonces la actitud ha cambiado entre nosotros, he descubierto que el hombre dominante, posesivo y gruñón de Ángel puede convertirse en un hombre tierno y cariñoso, al menos cuando estamos solos, delante de las personas no le gusta mostrarse así.

Me gusta esa nueva faceta de él.

En la casa saben de lo nuestro, todos han visto al menos un casto beso nuestro, pero nadie nisiquiera Ana se atreve a opinar, solo nos mira con felicidad cada vez que nos tiene cerca.

Ha habido un cambio en estos días, Ángel me ha permitido comunicarme con mi familia, en la semana he logrado hablar con Vanessa y con mamá. Aún no confía en mí, siempre está en presencia de las llamadas y ordena que ponga el altavoz.

Termino de darle color a mi dibujo satisfecha, he realizado una réplica exacta de la anatomía del corazón.

Y sí, está soy yo pintando corazoncitos.

Tan inspirada debo de estar.

Suelto una carcajada al recordar el artículo que leí hace días sobre mí, dónde según los medios yo; era la estrella más inalcanzable.

¡JA!

¡Si me vieran ahora!

Caí en los brazos del peor.

Un rugido de motor me saca de mis pensamientos. El auto de Ángel se detiene frente a la entrada.

Ángel y Patricio se bajan del vehículo.

Ángel se acerca a mí con expresión neutra en el rostro mientras Patricio sigue de largo camino a la casa, saludándome con la mano.

Le sonrío.

__ Déjenos solos__ dice Ángel a sus hombres una vez llega a mí.

Relaja su expresión una vez solos. Mira mi dibujo y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

__ Es bonito

__ Gracias, te lo puedo enmarcar si quieres__ le digo sonriente poniéndome en pie.

Besa mi frente

__ ¿Que tal tu día ? __ le pregunto

__ Aburrido. Prefiero estar aquí.

Ángel lleva su mano a mi rostro y levanta mi barbilla a la altura de su boca, luego me besa con fuerza a lo que mi boca responde gustosa.

__ He deseado hacer esto durante todo el día __ dice sobre mi boca.__ Quiero volver a estar dentro de tí Valeria.

Vuelve a besarme.

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