Red

Capítulo. 15 ¿Es una cita entonces?

Un beso en la frente me despierta. Luego sus labios se posan en mi sien de manera cariñosa.

Mi cabeza está apoyada en el pecho de Ángel, adoro estar así, es mi lugar favorito en el mundo.
Mis ojos adormilados observan el rostro más perfecto que he tenido el placer de ver en mi vida y unos ojos azules me miran con ternura.

__ Buenos días mi vida __ dice con voz ronca.

__ Buenos días. __ digo dándole un beso en su cuello para luego hundir mi cara en él.

__ ¿No tienes que trabajar hoy? __ le pregunto mirando el reloj que tiene en la mesita de cama que marca las nueve de la mañana.
Es raro que a esta hora no se haya ido a trabajar o lo que sea que haga mi demonio.

__ He decidido no mover un chícharo hoy. __ dice sonriente __ Soy todo tuyo.

Se detiene para besar mis labios en un beso suave y tierno.

__ Podríamos pasar todo el día en cama __ le propongo

__ O podríamos ir a cenar a algún lugar fuera de aquí __ dice él

__ Me encantaría __ digo emocionada con la idea__ peeeero

__ Siempre hay un pero.

__ Si entro en cualquier restaurante de la ciudad me reconocerían. Y mi familia descubriría que no estoy en New York y tendría que darles una explicación que ahora mismo no puedo darles.

__ Se me olvida que eres la princesita de las Vegas. __ Bromea.

__ Oye deja el bullying en serio me reconocerían.

__ Bueno, todo en la vida tiene solución, podría conseguir que mi avión privado nos lleve a la ciudad más cercana a cenar.__ dice acariciando mi cabello.

__ ¿Me estás tratando de impresionar con tu avión privado? __ bromeo

__ No, pero bueno si te impresiono aunque sea un poquito pues no está demás.

__ Creo que sería demasiado.

__ Entonces puedo reservar todo un restaurante para cenar. Solo estarían los meseros y nosotros, pediría absoluta discreción por parte de ellos. Nadie se atrevería a comentar nada.

__ Eso me gusta __ le digo

__ ¿Es una cita entonces?

__ Lo es señor Castro.__ digo besándolo.

__ Voy a ducharme. Nos deben estar esperando para desayunar.__ digo al escuchar como mi estómago ruge de hambre y sonrío ante el recordatorio de cómo nos saltamos la cena de anoche por sexo de conciliación.

Me pongo en pie envuelta en la sábana que tapaba a ambos hace unos segundos, dejando a Ángel desnudo por completo.

__ Espera__ dice él poniéndose de pie también.

Me quedo expentante mientras Ángel abre una de sus gavetas y saca mi celular y una laptop. Los pone sobre la cama y yo lo miro confundida.

__ Ése es tu teléfono y la computadora es un regalo, ya no estás excluida del mundo Roja.
Sonrío como tonta ante su muestra de confianza.

__ Creo que a dónde primero debería de llamar es al Hospital de New York necesito darles una explicación de por qué no me presenté para comenzar la residencia.__ digo angustiada.

__ Ya me encargué de eso. Tengo contactos en todos lados, he conseguido que aplacen tu entrada al hospital para cuándo tu quieras o desees. Mi intención nunca fue tenerte aquí encerrada para siempre.

Siempre lo tiene todo controlado.
Es como ver un capítulo de la Casa de papel en dónde cuando algo malo sucede ya el profesor lo tenía previsto y ya lo ha resuelto.