Red

Capítulo 27

El dolor de cabeza que provocan unos ladridos me despiertan.

Abro los ojos asustada y me siento en la cama de un tirón.

Los recuerdos vienen de golpe.

Mi hermana.

Mis padres.

Angel.

Mi hija.

Por lo menos no me dejó tirada a mi suerte.

Todo parece una hermosa pesadilla, un sabor agridulce en los labios.

Tomo varias inspiraciones antes de detallar la habitación donde me encuentro; sola.

La habitación de Ángel continúa exactamente igual, salvo por la mesita de noche en donde falta algo esencial, lo que provoca una punzada aguda en mi pecho.

Mi muñequita de valiente no está, esa que dejé ahí los últimos días en los que dormí con él y convertí su habitación en nuestra.

Yo me marché, éste ya no es mi lugar, no importa que lo sienta como tal.

Las preguntas me invaden.

¿Mi ropa habrá desaparecido del armario al igual que la muñeca?

No me atrevo a comprobar.

¿Podrá perdonar lo que le hice?

¿Aún me quiere?

¿O me odia tanto como sentí que lo hacía en la casa de mis padres?

Con lágrimas en los ojos me obligo a alejar esos pensamientos, necesito ir por mi hija.
Me pongo de pie con cuidado para evitar mareos y sobre mis pies comienza a revolotear una bola de pelos, la causante de que me despertara hace unos minutos.

__ ¡Nina! __ tomo en brazos a mi pequeña perrita, que ya no es tan pequeña. __ ¡Pero si eres toda una adulta! __ le digo con voz aniñada mientras comienza a lambusquearme toda la cara.

__ Buenos días __ interrumpe una voz que reconozco con alegría.
Me giro para encontrarme con Ana recostada en el marco de la puerta, observándome con un gesto severo.

__ Hola __ hablo nerviosa.

__ Vine a ver si ya habías despertado, ¿cómo te sientes?

__ Me duele la cabeza pero estoy bien, creo que solo tengo un chichón __ respondo intentando sonreír, para aliviar el ambiente tenso, extrañé tanto a esa mujer dulce que ahora me observa con rencor.

__ Que bueno entonces __ responde seca, sin devolverme la sonrisa. Para luego girar sobre sus talones para marcharse.

__ ¿Y mi hija? __ me apresuro a preguntar pero ella no responde mi pregunta solo me mira dolida.

__ Te pedí que no lo lastimaras, y lo hiciste de la manera en la que más daño podrías hacerle. Tuvo que vivir su peor pesadilla otra vez, no sabes....

__ Sé lo de Alicia

__ Lo sabes, y aún así lo hiciste. Entonces eres peor de lo que imaginé__ habla decepcionada.

__ Yo lo lamento, lo siento... No quería __ comienzo a llorar cuando escucho los gorgojeos de mi bebé acercándose y corro a limpiar mis lágrimas justo cuando Ángel entra con Scarlett en brazos, me deleito con esa imagen con la que tanto he soñado.

Los amo tanto a los dos.

Mi demonio permite que atrape a mi hija y la abrazo con amor y devoción.
Por unos momentos pensé que él la apartaría de mí.