Capítulo 24. Prometiste que no me dejarías

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Siento mucho frío, siento escalofríos y temblores en mi cuerpo debido a ello.

Lo primero que pienso es que estoy muy cansada y que tengo sueño pero un maldito pitido no me deja dormir.

Intento abrir los ojos pero los siento tan pesados.

Lo intento otra vez, pero es como correr un maratón.

¿Qué me pasa?
¿Es acaso una de las pesadillas de las que aún sabiendo que estás en ella no puedes despertar?

¿Freddy Gruber aparecerá en cualquier momento?

Intento mover alguna porción de mi cuerpo pero me es imposible.

Vuelvo a caer en la inconsciencia total.

Así pasa por un tiempo intervalo entre períodos de inconsciencia y subconsciencia porque en esta última a pesar de que soy consciente de mí, de mi estado, y que recuerdo todo lo sucedido mi cuerpo no sigue las órdenes de mi cerebro y no puedo mover un solo músculo.

Necesito hacerlo, por mi bebé
Hasta que de pronto empiezo a sentir mi cuerpo, siento algo atascado a mi garganta que en seguida es retirado con sutileza pero aún así me provoca náuseas,  es ahí cuando abro los ojos.

Una luz me ciega, cierro y abro los ojos varias veces hasta que me adapto a ella.

El olor a desinfectante llena mis fosas nasales, estoy en una habitación blanca con ventanillas de cristal, observo cómo un doctor desecha en la bandeja el tubo endotraquial que supongo acaban de retirar de mi garganta y una enfermera me observa sonriente mientras coloca otra bolsa de Ringer en el portasueros.

Entonces analizo mi cuerpo, comenzando con mis dedos vendados, en ambos brazos hay una cannula intravenosa mediante las cuáles me mantienen hidratada, paso a mi tórax y observo un vendaje comprensivo y además de él sale un tubo que parece estar introducido entre mis costillas, sigo con la mirada hacia donde termina y me encuentro con un sistema de Overt Holt, al parecer la golpiza sí ocasionó un Neumotórax cerrado de causa traumática, Mi pierna no alcanzo a verla pero siento como algo me presiona así que supongo que también está vendada. Intento mojar mis labios con mi lengua lo que ocasiona una ardentía en la herida que tengo suturada en mi labio inferior.

__ Bienvenida señorita, nos da mucho gusto que haya despertado. __ habla el médico, es un señor de unos cuarenta años con una sonrisa educada.

__ ¿Estoy en un hospital? __ pregunto con la voz enronquecida por la reciente entubación, aunque es algo extraño que Ángel me haya traído aquí dado que ni a Rodrigo en su momento decidió llevarlo a uno.

__ Así es, Se encuentra en un Hospital de Hawaii, en una sala terapia intensiva, lleva una semana aquí, hace unos minutos le hemos retirado el ventilador.

__ ¿Qué me pasó? __ pregunto cautelosa porque no sé que explicación dió Ángel al traerme en ese estado.

__ Usted fue secuestrada, estuvo cuatro días encerrada y luego fue recatada por un operativo de la policía. ¿Recuerda algo? __ pregunta con empatía.

El poder de Ángel me sorprende cada día más, por supuesto que no fui rescatada por la policía, fue él. Y es tan poderoso como para comprar a la policía de la isla y hacerle creer a un hospital que fue así.

__ Algo así. __ hablo esquivando su mirada __ ¿Cómo estoy?.

__ Usted llegó a Urgencias con un Shock hipovolémico producido por la hemorragia masiva que ocasionó el desgarro de su arteria femoral además de una Deshidratación severa lo que provocó también la pérdida de la volemia. Debido a los golpes dos de sus costillas terminaron fracturadas lo que provocó una lesión a nivel del parénquima pulmonar pasando el aire....

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