Capítulo 17. Piedras en el camino.

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Unos pequeños ladridos me despiertan en la mañana. Sonrío a la vez que dejo caer mi mano al piso para que mi perrita comience a morder mis dedos.

Los recuerdos del día de ayer inundan mi mente.

La noche mágica.

Miro hacia el lado izquierdo de la cama, está arrugado y la almohada desprende un olor agradable; su olor.

Ángel salió desde temprano a trabajar. Se despidió en la mañana de mí con un casto beso en la frente para no despertarme, aún así me desperté y lo despedí como dios manda.

Después de pasar un rato holgazaniando con mi perra salgo de la cama para darme un baño. Me coloco un vestido floreado color salmón y luego bajo hacia el comedor.

Al cruzar la puerta veo Ana sirviendo el desayuno. Rodrigo y Patricio están sentados en la mesa dirigiendo una mirada hambrienta al pudín de chocolate que Ana ha preparado.

__ Buenos días __ digo agachandome para bajar a Nina de mi regazo.

__ Ese perro no me dejó dormir en toda la noche con su chillidos de terror__ acusa Rodrigo

__ Se está adaptando __ le defiendo.

__ De dónde sacaron ese animal tan feo __ se burla Patricio.

__ Ángel lo compró__ respondo feliz.

__ ¿Ángel? ¿Compró?.... ¿Ese animal?... __ habla confundido como si le hubieran acabado de confesar que los hombres lobos existen.

__ Patricio hemos subestimado el poder de manipulación que tienen esos ojos azules, no podemos olvidar que es uno de los rostros....

No termina su burla cuando mi mano toma un pan y lo lanzo directo a su cara.

__ ¡Dije que dejaras el bullying! __ defiendo pero él continúa mirándome divertido.

__ Y siempre que no funcione batir las pestañas, comienza la violencia doméstica.__ dice divertido.

__ Golpearé tan fuerte tus testículos que tus tataranietos saldrán deformes.

__ Tranquila fiera.

__ Vamos chicos dejen de pelear __ dice Ana sentándose a mi lado para empezar a desayunar.__ Ángel no quiso venir según él no tiene hambre, está en el despacho trabajando.

__ Le prepararé un café en cuanto termine aquí. __ digo.

__ ¿Haz hablado con Carla? __ me pregunta Rodrigo.

__ Sí. ¿No me digas que la chica ahora te ignora?

__ No es eso.

__ Yo también ignoraría al chico del que estoy enamorada desde pequeña y el también de mí pero resulta ser que no es capáz de admitir sus sentimientos, se llama dignidad Rodriguito.__ digo comenzando a desayunar ignorando la mirada enojada de mi amigo.

Minutos después toco la puerta del despacho de Ángel con una bandeja de desayuno en la mano y en la otra una taza de café.

__ Adelante

Abro la puerta ante su indicación y me encuentro al creador de mi infierno partícular sentado en su escritorio, tiene unos pantalones de marca y una camisa metida por dentro, los primero botones están abiertos por lo que muestra parte de su pecho, su pelo está despeinado como si se hubiera pasado las manos por él en Incontables ocasiones y su mirada varía entre la laptop que tiene al frente y un montón de papeles y libros desparramados por todo el escritorio.

Carraspeo mi garganta en busca de atención.

levanta su rostro en señal de aburrimiento y frustración pero en cuanto se percata de que soy yo su mirada cambia, literalmente sus ojos pasan de ser de un azul zafiro a un verde azul; así como las pupilas disminuyen su tamaño al incidir una luz en ellas, de la misma manera casi irreal sucede con sus iris al cambiar de color.

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