La humanidad se ha extinguido, seres considerados mitos surgieron de sus escondites ante la ausencia de su mayor cazador: el ser humano. Dirigidos por la raza mayoritaria forjaron una sociedad, siendo obligados a convivir por la leyes que pretenden...
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Colocó el gran sombrero sobre su cabeza y posteriormente bajó las mangas de su camisa, asegurándose de que sus brazos estén cubiertos y sus guantes bien ajustados.
El sol de la tarde se exhiba en el firmamento, acompañado por ligero calor de las épocas veraniegas, donde el astro infernal parece más lento en su travesía por el cielo y la luna llevaba prisa por dar término a sus noches.
Un completo fastidio para cierto ente vampírico.
Aunque el sol no era completamente capaz de matar a un vampiro, si puede ocasionar daños graves a la piel que acabarían por volverse cicatrices si no se resguardaba a tiempo de los rayos solares. Eso significa que cuando es necesario salir, se debe llevar el cuerpo tapado casi por completo. Las sombrillas también cumplian un papel vital, pero éstas solo eran usadas por los más quisquillosos.
En su lugar, Xure está irritado a tal grado que su pie rebota inquieto sobre el suelo, observando como sus pertenencias son transportadas en maletas por algunos sirvientes hacia el vehículo que lo llevará a su nueva residencia por los siguientes seis meses.
Entre sus manos sostiene la copia del documento que se le fue entregada un par de días atrás, contiene las cláusulas del dichoso contrato que lo obligaban a "atender" al Lykan y a su vez lo atan a un hechizo que le prohíbe hacerle daño de alguna forma, impidiendo así que le fuese posible matarlo o torturarle para acortar el tiempo de su castigo. Los del conglomerado no eran tan estúpidos como para meter a un vampiro en perfecta salud al territorio de un Lykan herido, estaba más que claro que habría algún truco en el estupido contrato en caso de que intentara pasarse de listo.
Bueno, podría ser peor. Al menos no está siendo buscado por la Alianza de Cazadores, ahí si que no habría escapatoria.
Suspiró, recordando que ahora tiene seis lunas tatuadas en su antebrazo izquierdo como recordatorio de la estupidez que cometió. Según había entendido, las lunas irían desapareciendo mediante el tiempo avanzara ¿Qué eran 6 meses dentro de su vida inmortal? Si lo pensaba de esa forma parecía apenas una décima de segundo, como apartar la vista de su vida cotidiana por un momento antes de seguir y actuar como si nada hubiese acontecido. No podía ser tan malo ¿Verdad?
Cuando sus pertenencias estuvieron abordo del vehículo fue su turno de subir, manteniendo cerradas las ventanillas polarizadas para poder observar como abandonaban los jardines de su residencia y se adentraba en las concurridas calles de la ciudad.
A diferencia de los Lykans, los vampiros tienden a vivir en zonas pobladas, facilita el poder conseguir insumos y provisiones. Pensar que estará aislado de la civilización, viviendo entre un montón de Lykans apestosos por los siguientes seis meses en serio lo deprime.
Las personas en la calle van de un lado a otro, atendiendo sus propios asuntos y atentos a la hora para ir a almorzar, otros más al tanto de la intensidad del sol y si era seguro andar por ahí sin sombrilla.
