Capítulo 4

16 5 6
                                    

Diez de la mañana y aún no ha visto a Eret

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Diez de la mañana y aún no ha visto a Eret.

Zinger nunca llegó a exigirle a los miembros mayores de su manada el cumplir con un horario, ya sabe que algunos son más de dormir hasta tarde a causa de los periodos de insomnio de los que avece padece su especie, sin embargo se le hace muy extraño que el purasangre de ojos pálidos no halla bajado a desayunar, ni siquiera lo ha visto deambular por los pasillos en lo que va del día lo cual es extraño porque sabe que Eret es madrugador y suele ser de los primeros en levantarse por la mañana.

Ya lo buscó en la biblioteca, pensando que quizás pasó la noche leyendo y se quedó dormido en el sofá otra vez, pero por más que busco entre los estantes no lo encontró. Lo buscó en el jardín y tampoco hubo rastro de él, así que procedió a buscarlo en su habitación pero sin éxito alguno. Se estaba quedando sin muchas opciones, ya que dudaba mucho que hubiese salido sin avisar, para empezar Eret no salía solo, jamás.

Entonces un ligero presentimiento se instaura en su cabeza. Recuerda haber visto al de rizos oscuros muy pegado al ente vampírico que ha estado viviendo con ellos la última semana, a pesar de que le dijo que tuviera cuidado cerca de Xure, Eret le aseguró que no había peligro y que no debía preocuparse.

De nada sirvió que lo hiciera porque ya estaba preocupado y en camino a la habitación de cierto vampiro.

Estaba más centrado en hallar al muchacho que no se molestó en tocar la puerta y simplemente la abrió sin sorprenderse que estaba sin seguro, echó un vistazo rápido al lugar y respiró profundo al ver cómo el de rizos oscuros descansaba cómodamente entre las sábanas. Suspiró aliviado y su gesto repentinamente tranquilo se compuso en una mueca de molestia que era dirigida hacia el dueño de aquellas orbes violetas que le miraban fijamente desde la esquina de la habitación.

Se adentró del todo a la habitación, acercándose a la cama para asegurarse de que el muchacho estuviera bien, mientras lo hacía esperaba que el olor a sándalo que rodeaba siempre al purasangre lo calmara, pero en su lugar el aroma que llegó a su nariz fue la inconfundible escencia de las gardenias.

El aroma de Xure.

Por un momento se lo atribuyó a que el muchacho estaba dormido en la cama del vampiro, era lo más lógico, pero cuando miró detenidamente pudo notar los orificios ligeramente rojizos y frescos en la piel pálida de su hombro descubierto. La calma lo abandonó súbitamente y apretó los puños lanzando así una mirada fulminante al sujeto que lo miraba de forma frívola al otro lado del cuarto.

ㅡ¿Que carajos hiciste?ㅡ Farfulló entre dientes, apretando los puños a sus costados en lo que se alejaba de la cama y avanzaba algunos pasos hacia Xure, buscando mostrarse amenazante ante él y plantarse de una vez por todas como la criatura territorial y dominante en el lugar ㅡ¿Lo mordiste?ㅡ.

Dark Lovers© | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora