Capítulo 14

1K 100 9
                                    

Holiwi(: 

Siento que este capítulo no sea muy largo, pero espero que os guste igual. Además quiero agradecer de verdad a todos los que valoran esto. Me motiva mucho para continuar y la verdad que es algo que disfruto. Me gusta mucho cómo está fluyendo la relación y espero que esté transmitiéndolo bien. 

En fin, de nuevo MUCHAS GRACIAS (:

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~



Una vez salieron de la casa de Beca y Luxyo, el cocinero contó a su nakama la razón de que no hubiese nadie más de la tripulación en la isla. Zoro sintió como una gota de sudor escurría por su frente la historia. Entendía perfectamente porqué el resto habían preferido marcharse ya y no correr el peligro de tener a Luffy más días en la isla. De lo contrario, estaba seguro de que les habrían  descubierto.

Sanji intentó ponerse serio cuando le dijo que debía guardar reposo para curar las heridas de una vez por todas.

-Sólo serán dos días ¿Vale? Tendremos cuidado, pero tienes prohibido entrenar o cualquier otra mierda que pueda provocar que la herida vuelva a abrirse, sino, Chopper me corta los huevos.

SeEl otro sonrió de lado. –Así que ¿No podemos repetir lo de anoche? –Susurró en su oído.

El rubio se puso rojo al instante y miró al suelo. –Gilipollas. –Levantó la vista y le miró. –Tal vez no, o tal vez... Tendremos cuidado. –Dijo finalmente sonriendo también.

Abrió la puerta de su habitación y tras asegurarse de que Zoro no le necesitaba para llegar hasta la cama, salió a fumar un cigarro fuera. El clima era agradable y cerrando los ojos se dejó llevar por la sensación de la brisa en su cara.

-Oí, ¿Estás bien? –Dijo el peliverde apareciendo a su lado.

- ¿Estás seguro de que no necesitas descansar más? –Intentó no sonar muy preocupado. Al fin y al cabo, el espadachín era un adulto hecho y derecho como para cuidarse por sí mismo.

-Me encuentro como nuevo. –Respondió. Tras unos segundos añadió. -Te prometo que no haré grandes esfuerzos. –Posó su mano sobre la del contrario. –Ahora responde, ¿Estás bien?

El otro se estremeció. –Hacía mucho que no dejaba la mente en blanco y disfrutaba del silencio.

-Eso es porque no sabes estar callado ni un segundo. –Dijo divertido con la esperanza de que el cocinero le siguiese el juego, pero no fue así.

-Últimamente mi mente no ha tenido ni un momento de paz. –Susurró.

-Cejillas, me estás preocupando. –Tocó su hombro obligando a mirarle, pero Sanji se apartó sutilmente para evitarlo.

-Vamos a volver a la habitación. –Dijo en voz baja.

Zoro simplemente asintió y siguió a su compañero despacio. La tripulación no podía haber tomado una decisión mejor. Dos días junto al rubio, tal vez sirviesen para conseguir que se sintiera cómodo y así poder contar de una vez por todas qué era eso que le tenía tan atormentado.

Cerró la puerta tras de sí y apenas le dio tiempo a darse cuenta de lo que pasaba cuando unos labios atraparon los suyos. Respondió sin dudarlo, con necesidad, con cierto miedo aún de que ese contacto pudiese acabar en cualquier momento. Las manos de Sanji acariciaron con descaro cada parte de su torso, provocando pequeñas sacudidas a su paso. Notó como una de las juguetonas manos del cocinero subía hacia su pelo para acariciarlo y tras unos segundos, un pequeño tirón obligó al mayor a echar el cuello hacia atrás dando al otro la libertad que buscaba para besar, morder y succionar cada parte de esa morena piel que se exponía ante él.

Es hora de despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora