Capítulo 10

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Mierda.

No puede ser.

Joder.

Silencio.

- ¿Estabais peleando otra vez? Ni siquiera en una fiesta podéis aguantar las ganas. –Dijo el niño entre carcajadas.

Bendita inocencia.

-Eso es lo que hacíamos. –Dijo rápidamente el rubio mientras se levantaba y acomodaba la ropa. –Eres un idiota marimo. –Gritó intentando sonar molesto. Aunque realmente sentía que sus mejillas ardían y sólo quería escapar de ese lugar lo antes posible.

- ¿Qué haces despierto, mocoso? -Bufó molesto. -Te llevaré a casa para asegurarme que no te escapas de nuevo. –Respondió el peliverde con simpleza.

- Pero yo también quiero estar de fiesta con vosotros. –Se quejó el pequeño mientras salían del lugar.

A veces envidiaba como su compañero era capaz de mantener la calma ante ese tipo de situaciones. Parecía que realmente no le importaba lo que había estado a punto de pasar entre ellos, ni que hubieran sido interrumpidos y casi descubiertos. Sin embargo, él notó como sus piernas flaquearon en cuanto se quedó sólo. Se dejó caer al suelo mientras recuperaba la respiración. Esto era más que una tregua ¿Qué coño acababa de pasar? No era la primera vez que deseaba a otro hombre pero, ¿Por qué coño tenía que ser el alga parlante y malhumorada?

No. Estaba confundido y sobre todo estaba borracho...

¿A quién quieres engañar?

Cállate.

Joder.

Después de unos largos quince minutos el rubio decidió aprovechar que todo el mundo estaba entretenido con la fiesta para acercarse al barco. Pasaría la noche en el Sunny. Necesitaba pensar. Además, no se veía capaz de compartir habitación con Zoro esa noche.

-

- ¿Has visto al cejas rizadas? –Preguntó el espadachín a su capitán después de dejar a Luxyo en casa con su madre. -Nada como un susto para que la borrachera se esfume. -Pensó al notar que podía pronunciar sin errores.

-Hff idff adf (hip) –El moreno movía la boca intentando articular las palabras, pero apenas era capaz.

-Creo que quiere decir que el cocinero-san ha decidido pasar esta noche en el Sunny. –Respondió susurrando Robin que estaba junto a ellos. –Aunque será mejor no hablar de esto muy alto.

-Ese bastardo quiere huir. No es más que un cobarde. –Pensó el peliverde enfadado.

Y como si le hubiese leído la mente la morena se acercó a él, dejando a Luffy con Franky que contaba sus batallitas a un grupo de aldeanos y le alejó del resto para poder hablar.

- ¿Ha pasado algo? –Preguntó curiosa

- ¿Alguna vez te han dicho que haces demasiadas preguntas, mujer? –Intentó sonar amenazante, pero estaba agotado.

-Creo que Sanji necesita estar solo. –Dijo seria haciendo que el otro la mirase con sorpresa.

-No es eso lo que me ha parecido antes... -Se tapó la boca en cuanto se dio cuenta de lo que acababa de decir.

-La morena relajó su expresión e incluso pareció sonreír. Aunque Zoro no estaba del todo seguro de esto último. –Creo que sólo necesita tiempo. –Puso su mano sobre el hombro de su compañero. –No siempre matamos a nuestros dragones a la primera. En ocasiones nos queman unas cuantas veces hasta que podemos dar el primer espadazo.

Es hora de despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora