Capítulo V.

209 25 6
                                    

[AVISO: Capítulo con mención de consumo de drogas, alcohol, y actividad sexual leve/moderada.]

***

Habían acordado una "salida de chicos" para la tarde-noche del sábado. El día en que Raymond había llevado a Frank, este tuvo que retirarse luego de media hora, por lo que se pospuso su "cita", como Gerard la planteaba.

-Bien -se dijo Gerard-, soy un chico.... Al que le gustan los chicos.

Hizo una mueca de disgusto y, frustrado, gritó lo más fuerte que le era posible, tratando de desahogarse.

-Vamos, seguramente soy normal, ¿no? Sí, solo tengo problemas mentales. Oigo voces... Pero soy normal. Sí.

Era la primera vez que Gerard hablaba consigo mismo conscientemente. Y se estaba volviendo loco. En ese momento, más que nunca deseaba escuchar que alguien le respondiera. Necesitaba reapuestas.

-Vamos, responde, idiota. -Estaba invocando a su peor pesadilla, realmente desesperado-. Bien.

Era cerca de las cinco y media, las seis en punto era la hora en que llegaría Frank para salir, y el reloj se movía terriblemente rápido. Gerard seguía desnudo, sentado en la cama. Ya había pasado un muy buen rato desde que salió de la ducha, por lo que estaba completamente seco. Pero no sabía qué ponerse.

-Estúpido, eso soy -dijo a punto de explotar-. Es solo una estúpida salida de chicos. Nada puede pasar. Y seguro que Frank es hetero. Estúpido, estúpido, estúpido, Way...

Siguió sentado, perdido completamente. No sería la primera vez que tendría una clase de "cita" con otro chico, pero siempre se ponía nervioso.

-Al menos hay algo bueno en todo esto, ¿no? No hay voces desde el jueves, genial -sonrió-. Posiblemente todo salga bien una vez que esté vestido.

Sacó lentamente el aire que estaba en sus pulmones, y los llenó de la misma manera.

Vestido, mierda! -dijo de pronto comprendiendo que nada lo cubría.

Se puso de pie y caminó apresurado hasta su armario. Rápidamente comenzó a hacer un inventario de lo que tenía: De vestir, de vestir, saco, suéter de abuelito, zapatos viejos, saco, otro suéter de abuelo, de vestir... ¿Y una camisa de Mikey? Hizo una mueca al ver esa prenda, pero pronto siguió. Mierda, mierda, más mierda... ¿No tengo ropa menos formal?

Miró el reloj digital que había en su buró: 05.47PM.

-Maldito reloj hijo de...

No terminó de maldecir al objeto inanimado; su teléfono móvil lo había interrumpido. Lo tomó torpemente y apretó tembloroso la tecla de "Responder". Casi se quedaba sordo al escuchar una especie de gritos apretujados en un intento de frase incoherente.

-¿Qué? -fue lo único que pudo salir de su boca

-TE CONSEGUÍ EL NÚMERO TELEFÓNICO DE FRANK.

-Qué emoción, Ray -dijo sarcástico-. Primero, ¿por qué lo buscaste? Tercero, ¿cómo lo conseguiste? Cuarto, necesito ropa.

-Primero, olvidaste el segundo.

-Odio el dos.

-Lo sé. Lo busqué porque le conté a Christa que habías conocido a un chico y...

-¿Por qué hablas de mi vida privada con tu esposa?

-Entonces ella me preguntó que cómo se llamaba -continuó, ignorando la pregunta de Gerard- y le dije que Frank, y se lo describí. Me dijo que conocía a un tal Frank... No sé cómo se pronuncia, pero se escribe I-E-R-O.

Trastorno de Identidad [TID]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora