Capítulo VII.

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-Es una broma, ¿cierto?

Gerard sonaba un tanto -muy- molesto. Y Raymond, ignorándolo de tal manera, no cooperaba para que el sujeto vestido de negro, frente a él, y con su teléfono nuevo en la mano mejorara su humor.

-No -sonrió ampliamente mirando a Gerard-. Es muy en serio.

-No gasté más de 600 dólares en esta cosa -alzó su teléfono para que Raymond lo viera mejor- para que digas eso. Dame tu número telefónico.

-No. Si te lo doy no dejarás de llamarme hasta que me hagas cambiar de opinión para volver.

-Exacto.

-No.

Rió a carcajadas y siguió concentrado en su equipaje, acomodando cuidadosamente sus cosas para que alcanzaran aún más pertenencias. Como si no fuera suficiente equipaje esa maleta y otras cuatro aun más grandes ya repletas para un viaje de una semana.

-Escucha, amigo... Fácilmente Mikey me lo puede dar, ahora mismo si le llamo. Así que no pierdas tu tiempo y dime el puto número.

Raymond solamente se encogió de hombros, con una sonrisa de lado a lado sin mostrar sus dientes.

-Bien.

Gerard buscó en contactos el nombre de Michael Way, y rápidamente presionó en la pantalla táctil la opción de marcado. Timbró un par de veces, lo puso en altavoz para que Ray también escuchara, y luego sonó la voz despreocupada de su hermano.

-¿Qué? -fue su gran saludo.

-James -canturreó-, ¿puedes darme el número telefónico de Raymond, por favor?

-Seguro -dijo, y Gerard sonrió al de cabello rizado.

-Gracias.

-Es 555-NO PUEDO.

-¿Qué? -hizo una mueca y miró la pantalla.

-Me pagó para que no te lo diera. Ups.

-¡Michael!

En lugar de oír a Mikey dando más detalles de la situación, escuchó unos din din din indicando que el otro había finalizado con la llamada. Gerard seguía mirando la pantalla, con una cara extraña que a Raymond le causaba mucha gracia.

-Te lo daré ya que vuelva.

-Okay.

Lo sacaré del teléfono de Michael en la noche, no te preocupes.

-Grandísimo idiota -susurró.

-¿Qué?

-Nada -sonrió, con las mejillas tan alzadas que apenas se le veían los verdes ojos.

-Okay...

-¿Qué se supone que haga mientras tú no estés? -preguntó como nuevo tema.

-Tienes a Mikey, a Frank... Y a Bob, si cuenta.

-No saldré con Bob como si fuera mi amigo. Michael es un idiota. Frank es súper idiota, pero igual saldré con él esta noche...

-¿Ves?

-A lo que me refiero es que no tendré con quien hablar de cosas "normales". Tú sabes a qué me refiero.

-¿Qué pasó... con los sujetos? -preguntó por las voces, batallando un poco con el cierre de la maleta azul.

-No aparecen. Hoy hace una semana.

-Genial, hermano -sonrió alzando la vista-. Bob es como... mágico.

Trastorno de Identidad [TID]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora