No me puedo enamorar.

Capitulo 4.

El hombre agarró a Lali del brazo con tanta fuerza que hizo que se retorcía de dolor, haciendo que sus ojos se llenaron de lágrimas.  

— ¡Suélteme me está lastimando!

Ella intentaba zafarse, pero él no la soltaba haciendo su agarre  más fuerte. Lali sabia que los dedos de él se quedarían marcado en su brazo.

— No te resista muñeca. eres toda mía.

— Suélteme. Ya le dije, que no voy a ninguna parte con usted....

—Sí no quieres por las buenas, será por las malas.

Él la empezó a manosear. Ella intentaba soltarse, pero no podía. Lali se puso a pensar rápidamente, y levantó su pierna dándole con la rodilla, le pegó fuertemente en la parte íntima de él.  La soltó, agachándose del dolor, ella aprovechó y salió corriendo, tropezando con Eugenia, quien la miraba preocupada.

— ¿Lali, qué pasó? — le pregunta preocupada.

Ella estaba agitada y con las lágrimas corriendo por su Mejía.

— Y-yo... estaba... Y.... Él...

— Cálmate, dime. — agarrándola de los hombros.

— Eugenia, fue horrible....

— Vamos al camarín para hablar.

Caminaron hacia el camarín y entraron. Lali se sentó, Euge le dio un vaso con agua. Temblorosa, agarró el vaso y tomó un poco.

— ¿Qué pasó? ¿por qué estás agitada?

— Cuando termine de bailar, bajé del escenario. Un hombre borracho se me acercó y me dijo que quería pasar la noche conmigo, pero yo no acepté. Cuando me iba ir, el hombre se puso violento y me agarró el brazo y me dijo: que sí no era por las buenas iba a ser por la mala. Me empezó a manosear y lo único que pensé fue pegarle donde mas le duele y salí corriendo.

— Ay Lali, lo siento. Pero yo te dije que esto a veces pasa, hay hombres educados, pero otros no lo son. Ya lo has comprobado  por ti misma.

— Lo sé, pero.....—  con la cabeza hacia abajo.

— Lo haces por tu hermana Lali. — terminó la palabra por ella. 

Ella empezó a llorar y Eugenia la abrazó fuertemente para que se calmará. Al calmarse siguieron trabajando toda la noche. Aunque ella estaba temblorosa por si ese hombre volvía aparecer.

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Al día siguiente. Lali aunque trabajaba hasta la una de la mañana, Llegaba a su casa muy cansada se acostaba, pero siempre se levantaba a las cinco y media de la mañana  Para que su hermana se aliste para ir a la escuela. Fue a la habitación de su hermana y la despierta para que se aliste. Lali fue a la cocina para prepararle el desayuno. Ella le estaba preparando; huevos estrellados con tocino y pan molde y jugo de naranja. La  llamó para que se diera prisa.

— ¡Estrella ya esta el desayuno! — Gritó.

— ¡Ya voy! Estoy poniendo mi uniforme.

Lali siempre hacia lo mismo todo los días, ya que era su rutina diaria. Estrella llegó y se sentaron a desayunar.

— Estrella come rápido. porque no....

— Por que no puedo llegar tarde a clase. — la interrumpió. — Lo sé hermana. ¿Por qué siempre la misma palabras todos los días?

— Porqué sí — le dijo sonriendo.

— Ya terminé. Vámonos entonces.

— ¿No te falta lavarte otra vez los dientes?