Capitulo 34

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Lali intentó moverse, pero sentía que alguien la abrazaba. Al abrir los ojos vio que se trataba de Peter. Sonrió al verlo ahí con ella y que se quedó a dormir para no dejarla sola. Le tocó la mejilla y empezó acariciarlo.

Peter al sentir que le estaban acariciando la mejilla; abrió los ojos y sonrió al ver a su amor.

— Buenos días amor. — saluda ella.

— Buenos días princesa. ¿Cómo te sentís?

— Me siento bien. Gracias por quedarte conmigo. — apoyó la mano en el pecho de él y se acercó dándole un beso tierno. — sos el mejor.

— No te preocupes. Yo estaré siempre para vos.

— Vuelvo a decir que eres el mejor mi amor.

— Lali estuve pensando en que es tiempo de ponerle fecha a la boda. — ella se alejó y se sentó abrazando sus piernas, puso su mentó en las rodillas y cerró los ojos. — ¿que pasa?

— Peter no se si es el momento.

— Ya es el momento Lali. Hemos esperado mucho y creo que debemos darle fecha, comenzar a preparar la boda.

— Lo sé, pero quisiera más tiempo.

— ¿Cuánto más?

— No lo sé, dame un poco más.

Dando un suspiro frustrado. Peter se sentó en la cama y miró hacia la pared. No entendí porque si se amaban, ella no quería formalizar. Quería que ella empezara a organizar todo de la boda, que le pregunté que estilo de mantel, que comida se servirá o que sabor de pastel prefería, Pero ella no quería nada de eso, ni siquiera quería hacer la fiesta de compromiso para anunciar el día que se casarían, no quería hacer nada.

— Esta bien Lali. Te daré más tiempo. ¿Que quiere hacer?

Ella lo miró con una ceja arqueada y sonríe.

— No sé, dime tú.

Peter sonrió ante la visita de ella. Se acercó y la hizo acostarse quedando él arriba.

— ¿Que tal esto?

La besó. Lali cerró los ojos y lo abrazó, profundizando el beso. Peter se alejó de su boca, comenzando con suaves besos en el cuello. Poco a poco se quitaron la ropa; hasta quedar desnudos y se entregaron a la pasión olvidando todo.

..........

Paula estaba en el departamento que compró para reunirse con Teo. No podía dejar que sus padres vieran a Teo y supieran lo que estaba haciendo.

Escuchó el timbre y fue abrir, encontrándose con la mirada de él.

— Por fin llegas. — lo dejó pasar.

— Ya sabes que estoy siguiendo a esa mujer. Ayer tuvieron una fiesta ya que la hermana estaba de cumpleaños y todos fueron.  — Ella le entrega una copa de whisky y se sentó a la par de él.

— ¿Eso a mi que me interesa?

— Debe interesarte ya que últimamente ellos duermen juntos. Ayer todos se fueron y él se quedó, ya sabes lo que ocurre. — la miró con diversión.

Algo que a Paula no le causó risa.  Molesta aventó el vaso que tenía en su mano. Ese se hizo añicos.

— ¡La odio, la odio! — grita furiosa.

— Cálmate. — dijo tranquilamente mientras tomaba de su bebida. — rompiendo cosas o gritando no te sirve de nada.

— Le he mandado anónimos para que se aleje de él, pero la perra no me hace caso. Están comprometidos y sé que pronto van a poner fecha a la boda y no puedo permitir que se casen.

— ¿Que vas hacer?

— Ya que ella no me hizo caso; es hora de actuar, es momento que Peter y sus amigos se entere donde trabajan su amores. Que descubran que sus novias son unas mujeres fáciles.

— ¿Estas segura de hacerlo?

— Claro que sí. Toda la  información que me has dado es suficiente para acabar con ellas. Debió haberme hecho caso, Peter es mío sólo mío.

— ¿Cuando darás el golpe?

— Hoy. A cada uno de ellos les mandaré unos anónimos, junto las fotografías y ese vídeo, más el nombre y dirección del lugar. Hoy ellos sabrán las clases de novia que tiene y Peter se arrepentirá de haberme cambiado por una zorra.

— Sabes que ellas no lo son.

— Pero ellos no lo saben y con lo que tomaste muestra lo bajas que son. Además tengo algo más para acabar con la reputación de esa mujer. Haré que ellos vayan a ese lugar a ver a sus novias, pero con las fotos y el vídeo es suficiente que ellos quieran saber.

— Ten cuidado Paula, no se sabe si Peter o los otros van acudir.

— Lo harán estoy muy segura.

Paula comenzó a reír al imaginar la cara de todos ellos al saber la verdad. Teo negó y decidió irse y que lo que le importaba era el dinero y ya lo tenía. Dejaría que Paula haga lo que tenía planeado ya que él solo era un investigador. Sólo le daba lástima esa mujer y sus amigas. Se hicieron una enemiga que las destruirán solo por qué Lali se metió con el hombre que Paula quería.

Paula se sirvió otro trago y miró las copias de las fotos y el vídeo que enviaría. Los metió en un sobre y escribió la dirección donde de los chicos. Sonriendo satisfecha llamó alguien para que los enviara. Debió haberle hecho caso a sus amenazas, así sus amigas no iban a sufrir, pero no. Prefirió ignorar y seguir con el hombre que ama.

— Salud por este día que haré que esos dos se separen. — levantó la copa — pronto seré nuevamente la prometida de Peter Lanzani. — bebió de su trago.

Terminaría con ella hoy mismo y nunca sabrá quien fue la causante de su separación con Peter, y ella. Conseguirá volver a tener a su amado Peter con ella y esta vez nunca lo soltaría.

 No me puedo enamorar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora