capitulo 17

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Lali estaba a punto de entrar al baño, cuando recordó la causa por la que fue a buscar a Peter. Se pegó en la frente por recordarlo hasta ahora y por no decirle porque lo fue a buscar. Tomando un respiro decidió volver a ir a buscarlo.

— Soy tan tonta. — se dijo a ella misma.

Salió del cuarto y otra vez fue al de él, pero esta vez si tocó la puerta, ya que no quería que volviera a pasar lo que hace poco pasó.

Escuchó la voz de él dándole permiso de entrar. Abrió la puerta y rápidamente se tapa la cara con sus manos ya que no quería verlo desnudo.

— ¿Estás con ropa? — quiso saber.

Escucho su risa y después su respuesta:  

— Estoy con ropa cariño. Puede dejar de cubrirte la cara.

— Uff. — bajó las manos, abriendo los ojos, sonrió penosa.— No quería cometer el mismo error de hace unos momentos. — se muerde el labio. 

— Entiendo. ¿Qué ocurre?

— Bueno. Te dije que no cae agua en el baño. De verdad quiero darme ese baño que tanto deseo.

— Puedes bañarte aquí. Voy  llamar a alguien para que venga a revisar la tubería, no comprendo la causa por la cual no te llega agua. 

— ¿Bañarme aquí? 

— Si cariño. No pienses nada malo, yo iré a llamar a plomero y a la vez voy a preparar la comida que te dije que iba hacer.

— Gracias. Iré por mi ropa y mis productos de limpieza.

— Dale.

Peter se acercó a ella. Dándole un beso rápido, salió del cuarto. Él sonrió ante lo linda que era Lali. Pronto le pediría matrimonio, quería que cuando pasara; sea algo especial para ella. Él iba a lograr que sea algo inolvidable.

Lali Fue por sus cosas, volvió a entrar al cuarto y entró al baño. Por fin se bañaría y controlaría el deseo que sentía hacia el hombre que ama.

Peter llamó al fontanero y quedo de venir hasta el siguiente día, ya que tenía otros trabajos que realizar. No le quedaba de otra que aceptar y Lali podía usar su baño cuántas veces ella quisiera.

Buscó que hacer de comida y al ver unos tallarines lo puso al fuego. Después cortó algo de filete de pollo y comenzó a guisarlo, quería preparar la mejor comida que ella haya probado y lo mejor hecha por él.

Estaba cortando algunas zanahorias, repollo y tomate para hacer una deliciosa ensalada, cuando escuchó los pasos de Lali entrado a la cocina. 

— Qué rico olor. — escuchó decirle.

Sin girarse sonrió y contestó sin dejar de cortar.

— Me alegro que te guste el aroma, esperemos que el sabor también.

— No cabe duda que lo voy a disfrutar. — dijo sentándose. —  ¿Dónde aprendiste a cocinar?

— Mi nana me enseñó. — Terminó de hacer la ensalada y revisó el pollo. — ella es buena cocinera y me dijo que era bueno que yo aprendiera hacerlo ya que un día me iba ayudar saberlo. Vaya que tenía razón ya que así te voy a enamorar más.

— Ya me tienes enamorada. — se sentó poniendo su cabello en las manos.  — Es extraño ya que no tienes esa facha de ser alguien que le gusta estas cosas, no es para que te enojes. Es sólo que vos sos alguien de buena posición.

— Me gusta ser diferentes. Además con o sin tener dinero no me importa. Mi Nana nunca dejó que me volviera un niño consentido.

— Me gustaría conocerla, Conocer a la mujer que te hizo el hombre que sos ahora y amo.

 No me puedo enamorar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora