Capitulo 1.

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Ellas se acercaron y él las miro extrañado.

— Hola, Mariano.

— Hola, Eugenia. ¿Qué pasa y quien es ella?

— Es una amiga. Que te vengo a presentar.

— Está bien. — miró dudoso a las dos chicas.

— Ella es Mariana. — Lali lo miró con miedo y la vez vergüenza.

— Mucho gusto Lali. Soy Mariano Torre.

— Encantada de conocerlo....

Ella le cayó bien Mariano era un hombre muy respetuoso y atento.

— ¿Qué las trae por aquí? — preguntó.

— Ella quiere trabajar aquí. — Le respondió Euge.

— Bueno, Lali. ¿Está segura que quieres trabajar aquí? — prendió un cigarrillo.

— Sí... segura. — aunque por dentro se moría de miedo.

— Bueno. Lo primero que quiero saber es, ¿cuántos años tienes? y quiero la verdad. — le preguntó serio.

Lali pensaba en mentir, pero decidió decirle su verdadera edad.

— Ten......, tengo dieciséis años.

El hombre la vio y hizo una mueca. Ya que era imposible que le diera ese trabajo. Ya que era una niña.

— Lali, lo siento, pero eres muy joven para que te de este trabajo. Eres una niña yo no puedo, lo siento.

Ella tenía los ojos llorosos. Haría lo posible por convencerlo para que le diera el trabajo. Sea como sea.

— Por favor señor Mariano. Necesito el trabajo, por favor mis padres murieron y yo tengo una hermanita que tan solo tiene seis años que me necesita. No me importa trabajar en esto, por favor Eugenia tiene diecisiete año y  trabaja aquí. ¿Por qué yo no puedo?

Ella se arrodillo ante él con las  lágrimas cayendo en su mejillas.  Le suplicaba que le diera el empleo.

Mariano se le partió el corazón a ver a esa niña arrodillada ante él pidiendo el trabajo. Sé conmovió; la levantó del piso y la miró con ternura.

— Lali.  Eugenia tiene diecisiete años y ya va cumplir la mayoría de edad y tú sólo tienes dieciséis. —  Lali lo iba a interrumpir pero se adelanto a decir. — Está bien Lali. Tienes el trabajo, espero que no me arrepienta. Eugenia te va ayudar para que puedas adaptar a estos. Sólo te digo sí te sientes insegura y ya no quieres seguir yo no me voy a enojar.

— ¡Gracias! No se va a arrepentir. Gracias por darme una oportunidad. — le dijo con una sonrisas de oreja a oreja.

Él sonrió de igual forma. Aunque no estaba seguro de haber hecho bien en dale el empleo.

— Eso espero Lali, adiós.

Él se fue hacia la oficina. Al no verlo ellas dos empezaron a  saltar de la emoción.

— Bien Lali, Te enseñaré el lugar y después algo de baile sensual.
 
— Bien.

— Okay vamos.

Eugenia le mostró todo el lugar y después le enseñó varios bailes provocativos. Ella la imitaba aunque le era un poco difícil.

Eugenia le dijo que debe dejarse llevar por la música. Que piense que ella está sola en el escenario. Lali asistió y empezó hacerle caso.

Pasaron la horas y Mariano volvió con ellas y le dijo a Lali. por ser nueva tiene que prepararse así que se presentara en dos semanas para que se adapte y sólo iba a servirle a los clientes. Ella aceptó conforme con eso ya que ganaría algo de dinero.

 No me puedo enamorar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora