No me puedo enamorar.

Capitulo 33.

Lali estaba muy cansada. Terminó de cambiarse y subió al auto de Cande, ella las llevaría a sus casa, menos Rochi, ya que Gastón vino por ella.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Euge a causa del beso que ese cliente le dio.

— Cómo una traidora. — suspiró Lali. — nunca nadie me había besado, siempre fue Peter y ahora siento que lo he traicionado.

— No has traicionado a nadie. — dijo Mery bostezando. — tu no tienes la culpa.

— No sé chicas, pero yo lo siento así. — miró por la ventana.

— Solo fue un beso que te robó ese hombre, además. Hablemos otra cosa.

— Te has dado cuenta Lali, que Peter cuando te cases con él, ¿Agus le hará una despedida de soltera?

— ¿Qué dices? — miró a Cande sorprendida.

— Es verdad Lali. Conociendo a Agustín, puede que haga algo como le hicieron esos hombres al festejado.

Lali hizo una mueca, pero sabía que tenían razón las chicas. Si se casaba con Peter, Agus le prepararía algo parecido, y habían mujeres que no les importaba acostarse con el cliente para ganar más dinero.

Prefirió no decir nada. Cuando llegaron a su casa se despidió de las chicas. Cuando entró fue directamente a su cuarto. Se dio un baño y al cambiarse, se acostó quedando profundamente dormida de lo cansada que estaba.

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Al día siguiente: Paula estaba desesperada por saber que era lo que Teo había descubierto de esa mujer. Pero si él decía que era algo que la iba ayudar para volver a tener a Peter, debía ser algo muy bueno.

Llegó al lugar acordado y por primera vez teyo ya estaba esperándola; acercándose a él. Se sentó y dijo:

— Espero que esto valga la pena. ¿Que descubriste de esa?

— Vale mucho esta información, Paula. Con esto vas a destruir por completo a esa mujer y también si quieres hacerlo con sus amigas.

Paula no entendía nada. Hasta que Teo le entrego un sobre. Lo agarró extrañada; lo abrió y sacó el contenido y lo empezó a ver y miró a Teo sorprendida.

—¿Esto es real? — él asistió con una sonrisa. — no lo puedo creer. — empezó a reír. — la novia de Peter, es una zorra.

— No solo ella, si te fijas bien las amigas también. Todas trabajan en ese lugar.

— Todas son unas fichitas. — lo miró con diversión.

— Tienes que saber algo; ellas trabajan en ese lugar con bailarinas o atiende. Por lo que me han contado, Nunca vieron nada que alguna se fuera con un cliente.

— En está foto, ella dejó que un hombre la desara. Con eso es mucho para que Peter la mande al demonio.

— En eso tienes toda la razón. — se relajó en el respaldo del asiento. — ¿cuando se lo dirás a tu adorado Peter?

— Por ahora no me conviene. Quiero que la sigas todavía y me tengas información para recopilar, tanto de ella como sus amiguitas.

— Claro. Mientras me sigas pagando seguiré trabajando para ti.

— Ten por seguro que tendrás buen dinero. — sacó una chequera de la cartera y empezó a escribirle una suma que habían acordado — toma — le entrego el cheque — le puse más de lo que acordamos ya te lo mereces por el buen trabajo que hiciste.

— Gracias jefa. — sonrió viendo la suma de dinero. — es un honor trabajar contigo. Por cierto tengo un vídeo que se ve como ella y sus amigas parecen una zorras.