Capitulo 21.

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Se levantaron cuando amaneció y los dos salieron abrazados. Caminaron de vuelta a la casa. Entre besos se bañaron juntos, para volver hacer el amor.

Lali se sentía tan bien. Las chicas tenían razón; que cuando se entrega al hombre que se ama todo iba a ser mágico, así lo fue y no se arrepentía de haber dado ese paso. 

Después de desayunar. Fueron a empacar sus pertenencias. Ninguno de los dos querían irse de ese lugar tan especial que hizo que su amor sea más fuertes, pero no les quedaba de otra. Peter se encargó de meter las pertenencia en el auto.

— No quisiera irme. — Lali lo miró con puchero. — estos días fueron tan hermosos.

— Lo sé. Que más quisiera yo quedarme aquí contigo amor, pero tenemos que volver. — la abrazó.

— Sí lo entiendo. Gracias por estos días maravillosos y más por lo de ayer. Fue muy especial.

— Para mi también lo fue. te amo.

Se dieron un beso. Lali entró en el auto y vio a Peter que estaba cerrando la casa. Después el subió.

— Te amo mi amor, me hiciste la mujer mas feliz del mundo.

Peter le tomó la mano y le dio un beso.

— Vos a mí. Cariño, quiero presentarte a mis padres y que ellos sepan que me voy a casar con la mujer que amo.

— ¿Crees que me acepten? Digo....., tú eres alguien importante y yo.... — « Soy solo una bailarina de un burdel» —.... Una simple camarera. — dijo viendo hacia la ventana.

Él le apretó la mano, haciendo que lo mirara nuevamente. 

— Te amaran. No importa si sos una camarera, cariño. Eres una mujer que luchó mucho sacando a su hermana y dejó todo por ella, no pensaste en ti, pensaste en sacar y seguir adelante por tu hermana. Eso mis padres lo van amar. 

«Yo sé que mis padres la van a amar como yo la amo. — sonrió. — lali es una mujer espectacular y la amaran. »

Prendió el auto y comenzó a conducir. Seguro que cuando su padre la conozcan estarán de acuerdo con su decisión. Él nunca se equivocaba y todo lo hacia seguro. Lali era la mujer para él y con ella sería inmensamente feliz.

Lali quedo viendo el trayecto y sentía miedo de no ser lo que los padres de él quisieran para sus hijos, pero confiaba en Peter y si él le decía que sus padres la iban aceptar, le creería ya que nunca le mentiría.

«No cómo yo le miento. — sintió un nudo en la garganta. Cerró los ojos para contener las lágrimas. — debo ser sincera con él y decirle todo, pero tengo miedo que no le guste en lo que en verdad trabajo. »     

Llegaron a la cuida y Peter condujo hasta la casa de ella. Al llegar, bajaron del auto, él sacó la maleta. Ya en la puerta se abrazaron.

— Nos veremos mas tarde. — le dio un beso en la frente.

— Sí. Cuídate, te amo.

Se dieron un largo beso y pausado. La vio entrar a la casa y volvió al auto y condujo hasta su casa.

Cuando llegó. Dejó su auto parqueado; salió y entró a la casa y sonrió al ver a su nana Julia, dejó sus cosas en el suelo y la fue abrazar fuertemente.

— Hola nana.

— Oh mi niño Peter. Que rápido volvió, ¿Cómo les fue? 

—  Nos fue bien nana. Vengo muy feliz, pero tuvimos que volver ya que mis padres van a llegar mañana. Prepara todo para su llegada. — volvió a tomar sus cosas. — quiero que todo esté preparado para ellos.

— Pero niño. Tus padres ya están aquí. Llegaron desde ayer.

Peter se detuvo en seco y la miró sorprendido.

— ¿Qué? No entiendo ellos me hablaron para decirme el día de su llegada.

— No lo sé niño. Pero ellos llegaron y con...

Pero no pudo terminar ya que una voz la interrumpió.

— Peter llegaste por fin.

Peter dio una marcha atrás al ver a la otra persona. No pueda creer que le estaba pasando esto. ¿Qué hacia aquí? Estaba tan sorprendido que no sabia como actuar.

— ¿Q-qué.... Haces tú aquí?

— Volví con tus padres ayer. Quería verte y cuando ellos me dijeron que volverían, yo lo hice con ellos, solo les pedí que no te dijeran nada ya que quise sorprenderte y veo estás tan sorprendido. ¿No te alegras de volver a verme? — lo miró a los ojos, esperando a que él contestará.

— Paula, yo..., Bueno sí me alegro de verte, pero......

Ella lo abrazó emocionada.

— Sabes cómo te extrañe todo este tiempo que estuvimos separados. Fue una tortura para mí.

— Veo que están emocionados de verse otra vez. — apareció Nico Lanzani con una sonrisa al ver su hijo abrazando a su novia.

— Cómo no van estar emocionados, si no se han visto todo este tiempo. — dijo Emilia.

Paula se separó de él y los vio sonrojada.

— Perdón por estos, es que estaba emocionada de ver a mi novio de nuevo. — lo tomó del brazo poniendo su cabeza en su hombro.

Peter estaba en shock. Escuchar a Paula decir que seguían novios, era algo muy malo. No sabia como iba a reaccionar cuando le dijera que no eran novios y que él estaba saliendo con alguien más y que estaba comprometido con esa persona.

— Hijo, ¿estás bien? — preguntó Nico al ver como su hijo estaba pálido. 

— ¿Qué te pasa amor? — Paula lo miró preocupada.

— Nada... — se soltó de ella. — estoy...., estoy bien.

— Julia, por favor sirve el almuerzo.

— Sí señora. — Julia miro a su niño con una cara triste. Él ya le había contado que estaba saliendo con otra mujer y que era muy feliz y ahora aparecía una mujer que estuvo tanto tiempo separados y que no dio señales de vida creyendo que todavía eran novios.

«Pobre de mi niño Peter. Tan feliz venia y ahora esa felicidad se le ha borrado. ¿Como hará con la llegada de la señorita Paula y los planes que tiene? Se enamoró de otra y por lo que me ha contado es mejor persona que la señorita Paula.»

Julia solo esperaba que su niño luchara por su amor y no dejara que todo sus planes se le venga abajo por una mujer que no estuvo con él y Dios quiera que sus padres no lo obliguen a seguir con una relación que él dio por muerta, desde hace mucho.

Los dejó solo pero no pudo evitar ver la cara de lamento de su niño. Solo esperaba que no lo obliguen a estar con esa mujer ya que ella no es lo que su niño necesita.

 No me puedo enamorar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora