Capitulo 38.

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Los chicos llegaron a la casa de Agus. Todos estaban molestos y se sentían traicionando por las mujeres a las que amaban.

Peter se sentía idiota por haber pensado que Lali era alguien decente, pero estaba equivocado. Era un completo imbécil por haber creído en ella con los ojos cerrado.

— ¿Quieren algo de tomar? — ofreció Agus.

— Sí. Quiero algo fuerte para poder olvidar. — dijo Nico.

Los demás también pidieron y Agus fue a preparar las bebidas.

— Me siento el más imbécil de todos. — Pablo se tapó la cara con las manos.

— Todos fuimos unos imbéciles por habernos enamorado de esas mujeres. No debí haberme enamorado de una.....

— Dilo, Vico. — Peter se puso de pie. — son  una zorras, al igual que Lali, todas ellas lo son.

— Acá están las bebidas. — les entregó a cada uno. — chicos no es por ser mal amigo, pero pienso que debieron escuchar a las chicas.

— ¿Por qué? ¿Vos sabías de que ellas? Claro vos estabas saliendo con Cande, ella te lo dijo ¿no? — dijo con amargura Nico.

— ¡Qué! ¿Saliste con Cande? — Vico se puso de pie molesto. — Vos y Cande, ¿hicieron algo?

— Nunca pasó nada. Lo de nosotros era pura amistad, Vico. — miró molesto a Nico. — no Nico. Cande nunca me contó nada, pero yo pienso que ellas pueden explicarse el porque trabajan en ese lugar.

— Fui un idiota al enamorarme de ella. — Peter se tomó de una su bebida y sacó otra.

— No solo tú.  yo me enamoré de Eugenia y ella me engañó.

— Ya me cansé. — los miró molesta Daky. — ustedes tienen que hablar con las chicas.

— ¡Estás loco Daky! — le gritó Peter. — Todas nos engañaron, Lali me engañó para tener mi dinero, ese hombre lo dijo.

— No sé te olvide amigos. Que Lali llegó virgen a ti.

— Era todo su plan, Agus. Se hizo la mujer inocente para que yo cayera ante ella y bien que hizo su trabajo.

— Van a estar acá tomando y lamentarse porque para ustedes; fueron engañados. — nadie dijo nada antes las palabras de Daky. — ¿saben? Yo me voy, solo espero que no hayan cometido el error de no dejar que ellas les explicaran. — tomó la cartera. — yo también me siento triste que ellas no me dijeran nada, pero cuando las vea voy a preguntarles. Ustedes sigan aquí lamentándose por haber sido engañados

Ella salió dejando a todos callados. Peter se terminó la otra bebida y dejo el vaso en la mesa.

— Yo me voy.

— ¿A dónde vas? — pregunto Nico.

— No sé, solo quiero estar solo.

Salió de la casa de Agus. Entró al auto y empezó a conducir sin saber dónde ir. Condujo hasta que llegó a la empresa; salió del auto y entró, y fue directamente a la oficina. Agarró una botella de ron y se sentó en el mueble que tenía, abrió la botella y empezó a tomar. Quería que todo fuera un maldito sueño y que Lali no le haya hecho lo que le hizo, pero era todo verdad. Ella solo se burló de él. Cerró los ojos y permitió que las lágrimas salieran.

— Soy un idiota.... Por qué Mariana ¡por qué!

Siguió bebiendo hasta acabarse la botella de ron. Tambaleándose fue por la otra; abriéndola tomó un gran trago. Empezaba a ver borroso y se sentó en el mueble. 

 No me puedo enamorar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora