Capítulo 44. Un viaje peligroso

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James, les envió un mensaje a los gemelos Mattrew y Michael, para que acompañaran a Rita a la ciudad de Bratis. Después fue a buscar a Daniel, él tocó la puerta de su habitación, cuando salió les dijo.

_ ¿Podemos hablar?

_ Claro, ¿Qué pasa padre?

_ Es Rita, va a buscar a su familia a la ciudad de Bratis, creo que deberías acompañarla, quizás se encuentre con problemas.

Daniel echó una mirada a su habitación, Katherine estaba profundamente dormida, él no quería irse sin despedirse, pero tampoco quería despertarla, después de pensarlo por un minuto decidió que lo mejor era irse sin decir nada.

_ Podrías decirle a Katherine que he salido a una misión cuando despierte.

_ Por supuesto.

Daniel entró a la habitación, tomó su espada y algunas cuantas dagas, después de esconderlas en su cuerpo y ceñir su espada en su cintura, volvió a salir de la habitación y le preguntó a su padre.

_ ¿Dónde está Rita?

_ Debe de estar en la entrada del pueblo en este momento.

_ Me voy.

Daniel empezó a caminar por el pasillo, pero se detuvo a la mitad, volteo a ver a su padre y le dijo.

_ Papá, cuida de Katherine mientras no estoy.

_ No te preocupes, cuidare bien de ella.

_ Gracias.

Daniel se dirigió a la entrada, cuando llegó, vio a Mattrew y a Michael, él les preguntó.

_ ¿Qué hacen aquí?

Mattew respondió mientras balanceaba una daga en su mano.

_ Tu padre nos envió una nota, que acompañaramos a Rita a buscar a su familia, supongo que tú también has venido por lo mismo.

_ Así es.

Rita no tardó en aparecer, cuando los vio junto a la puerta, les preguntó.

_ ¿Qué hacen aquí chicos?

_ Estamos aquí para acompañarte.

Rita sintió cierto alivio al escuchar que no tendría que hacer el camino a la ciudad de Bratis ella sola y les dijo.

_ Se los agradezco chicos.

Respondió Daniel.

_ Para eso estamos los amigos, para ayudar cuando nos necesitan.

Rita le dio un golpe a Daniel en el hombro y le dijo.

_ Gracias, les deberé una.

_ No lo olvides.

Daniel se acercó a Daxar, quien dormía en una extraña posición la cual no parecía nada cómoda, él lo zarandeó hasta que se despertó y le dijo.

_ Daxar, ábrenos la puerta.

Daxar se levantó de su silla, se estiró un poco y al ver que estaba anocheciendo les dijo.

_ Pronto anochecerá, vuelvan mañana.

_ Debemos irnos ahora, ábrenos la puerta.

_ Es una locura salir de noche, sobre todo en estos momentos, así que vuelvan mañana.

Rita agarró a Daxar por el cuello y le dijo con tono amenazante.

_ Abre la maldita puerta, ahora.

_ No abriré a menos que la matriarca de la orden y mas te bale que me sueltes ahora.

Daniel puso su mano en el hombro de Rita y le dijo.

_ Suéltalo Rita.

_ No pienso esperar hasta mañana Daniel, debo ir a buscar a mi familia.

Daniel se dirigió a Daxar.

_ Por favor Daxar, abre la puerta.

_ No pienso hacerlo y después de como me han tratado aún menos.

Rita iba a desenfundar sus espadas para obligar a Daxar a abrir la puerta, cuando escucho la voz de la matriarca a sus espaldas.

_ Abre la puerta Daxar.

Daxar al ver a la matriarca hizo una reverencia como signo de respeto.

_ Mi señora, es muy peligroso bajar la montaña durante la noche y en estos tiempos lo es aún más.

_ Eso lo sé y ellos también, pero aun así están dispuestos a correr el riesgo, así que abre la puerta, no retrases más su partida.

Daxar se rasco el trasero y se dirigió a la puerta para abrirla, mientras refunfuñaba, sobre lo locos que estaban.

Rita miró a la matriarca y le dijo.

_ Muchas gracias.

_ Te deseo suerte en tu viaje, regresa con vida y cuida asegurate de que mi hijo no muera en el camino.

_ Así lo haré.

_ Cuando la puerta se abrió, Rita se dirigió a la salida, mientras cruzaban la puerta, Daxar les dijo.

_ Malditos locos, que los monstruos y las bestias no los devoren.

Cuando la puerta se cerró detrás de ellos, la matriarca le dijo a Daxar.

_ Cuando regresen quiero ser la primera en saberlo.

_ Así será mi señora.

***

El camino a la ciudad de bratis era peligroso ya que era empinado y rocoso, durante la noche casi no tenían visibilidad, lo cual dificultaba en gran manera el descenso, pero eso a Rita no le importo, debía llegar a Bratis lo antes posible, asi que aun cuando se sentía cansada y no se detuvo.

Ellos sufrieron varios ataques de bestias salvajes, si no hubiera sido por Daniel, Mattew y Michael. Rita dudaba que hubiera logrado pasar la noche, al día siguiente todos estaban cansados y hambrientos, pero Rita se negaba a parar a descansar, Daniel tuvo que reñirle para hacerla entrar en razón. Él se paró frente a ella y le dijo.

_ Rita, debes descansar, de lo contrario morirás antes de descender esta montaña.

_ Pero...

_ Entiendo tu preocupación, pero debes descansar un poco y reponer fuerzas.

Daniel puso su mano en el hombro de Rita y le dijo.

_ Asiel me pidió que cuidara de ti, no podría verle a la cara si no lo hiciera.

_ Está bien, descansemos un momento.

Mattew y Michael agradecieron el descanso. Mientras comían, Daniel le dijo a Rita.

_ Estoy seguro de que ellos están bien, aunque no lo parezca Asiel es bueno peleando.

_ Eso era cuando tenía un demonio metido dentro, Asiel es un pésimo luchador.

_ Pero es muy inteligente, si tiene problemas seguro encontrará manera de salir de solucionarlo.

_ Eso espero.

Rita tiró una piedra para espantar a un lobo que se los acechaba y les dijo.

_ Creo que nuestro descanso ha acabado.

Todos tomaron sus armas y se pusieron en guardia. Una manada de lobos los tenía rodeados, Michael maldijo con todas las palabrotas que conocía, todos se le quedaron bien, él dijo.

_ ¿Que?, odio que interrumpan mi comida.

Rita atacó al lobo que tenía más cerca y le dijo.

_ Si tienes energía para maldecir, empieza a atacar.

Mattew sacó una flecha de su carcaj, disparó al lobo que tenía más cerca y dijo.

_ Mueve tus manos y menos la boca hermano.

_ Si, si, ahora me pongo a ello.

la princesa y la espadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora