27. La espera tortuosa de la noche

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James estuvo durante horas revisando los libros de monstruos y criaturas antiguas, hasta que por fin encontró la que Rita le había descrito, aquella criatura era un Kiribati y por suerte en el libro estaba escrito el antídoto contra el veneno había en sus garras.

Él corrió hasta su laboratorio y comenzó a crear un antídoto para Daniel y Rita, cuando lo hubo terminado espero que funcionará y se lo llevó a Daniel primero ya que su condición era peor que la de Rita, su herida había sido más profunda y había entrado más veneno en su cuerpo.

Cuándo entró en la habitación encontró a Katherine acariciando el rostro de Daniel con mucho cariño. James se acercó, Katherine había estado tan absorta viendo a Daniel, que no se percató de la presencia de James, hasta que esté hablo.

_ He encontrado un antídoto contra el veneno y espero que funcione.

Katherine se sintió un poco aliviada al escuchar que había un antídoto, James se lo entregó y le dijo.

_ Asegúrate de que lo beba todo, yo iré a darle el antídoto a Rita.

Cuándo James salió de la habitación. Katherine levantó la cabeza de Daniel e intentó hacer que bebiera el antídoto, pero él no pudo beberlo, así que ella se puso el antídoto en la boca y obligó a Daniel a que se lo bebiera dándoselo de boca a boca.

Cuándo Daniel se había bebido el antídoto ella esperó a que despertara pero él seguía estando mal, su cuerpo ardía en fiebre y su piel se había puesto pálida, como la de un muerto.

Katherine salió corriendo a buscar al padre Daniel, que estaba en la habitación contigua y le dijo.

_ ¿Daniel ha empeorado?

James fue a ver como se encontraba y comprobó que Katherine tenía razón, Daniel apenas respiraba y su cuerpo había comenzado a sacudirse violentamente, él usó un hechizo curativo nuevamente el cual no hizo ningún efecto, el veneno del Kiribati parecía repeler la magia.

_ ¿Se ha bebido el antídoto?

Preguntó.

_ Si.

Él lo ató a la cama para que no se fuera a caer, y puso un pañuelo entre sus dientes para que no se mordiera la lengua. Al terminar dijo.

_ Entonces solo queda esperar a que funcione.

_ ¿No puede hacer nada más por él?

_ Lamentablemente no, iré a hacer un poco más de antídoto, intenta bajar su fiebre mientras tanto.

_ Está bien.

Katherine se quedó despierta el resto de la noche cuidando de Daniel, en la madrugada él había dejado de temblar y parecía que su respiración se había normalizado, la matriarca entró en la habitación y preguntó.

_ ¿Cómo sigue?

_ Creo que está un poco mejor ya no suda tanto como antes y ya no se ve tan pálido.

_ ¿De verdad le amas?

Le preguntó la matriarca de golpe.

La pregunta tomó a Katherine por sorpresa, pero ella no dudó en contestarle.

_ Sí, le amo.

Dijo con convicción.

_ Creí que solo estaban jugando hacer pareja, supongo que me equivoque.

Le contestó la matriarca.

_ Creo que en realidad hasta este momento yo tampoco sabía cuánto le amaba.

Respondió Katherine honestamente, sin apartar su mirada de Daniel.

_ Daniel me dijo lo de tu familia, el verlo así, ha de ser duro para ti.

Katherine cambió el paño de la frente de Daniel y dijo.

_ Él es lo único que me queda, no me imagino mi vida sin él.

_ Él se pondrá bien, siempre lo hace.

_ Eso espero.

_ Iré a ver como esta Rita, cuida de él por favor.

_ No se preocupe, vaya tranquila, yo cuidaré de él.

Cuándo la matriarca entró en la habitación en la que estaba Rita, vio a Alec dormido junto a la cama de Rita, ella lo tomó en brazos y lo acostó en la cama de la habitación que había enfrente y después regresó a cuidar de ella.

Ella tenía mejor aspecto que Daniel pero aun así tampoco estaba bien, la matriarca se quedó cuidando de Rita hasta que su esposo entró en la habitación, él le puso la mano en el hombro y preguntó.

_ ¿Cómo está Rita?

_ Mejor, ya no tiene fiebre.

_ Ten, dale este antídoto quizá necesiten otra dosis, yo iré a darle a Daniel la otra.

Cuándo él iba a salir de la habitación la matriarca dijo.

_ Estás seguro que este antídoto funcionará.

_ Eso espero, porque no se me ocurre otra cosa para curarlos, creo que el veneno del Kiribati repele la magia, esto es lo único que puedo hacer.

la princesa y la espadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora