Capítulo 46. Solo quería protegerlos

507 34 10
                                    

Todos fueron a una pequeña casa que había en la entrada de la ciudad, esa casa la solían usar los guerreros Kiniry como fuerte, ya que debajo de la casa había un pasaje secreto que les permitía llegar directamente al bosque sin ser vistos.

Aunque era de noche y estar en el bosque era peligroso, consideraron que era aún más peligroso quedarse en la ciudad en ese momento, ya que de camino a la casas se habían encontrado con varias bestias que parecían monstruos y con varios asesinos que les perseguían.

Mientras caminaban por el túnel secreto, Rita se quedó en el medio con los niños, Daniel y Asiel iban al frente y Mattew y Michell se quedaron detrás.

Rita llevaba una espada en una mano y con la otra se aseguraba de que los niños no se alejaran de ella.

Cuando llegaron al bosque, fueron a una cueva alejada del camino, la cual les serviría para poder pasar la noche con seguridad. Cuando llegaron a la cueva, Mattew y Michell crearon una barrera, la cual mantendría a raya a los monstruos, ya que si sus oponentes eran humanos, podrían deshacerse de ellos con facilidad.

Daniel puso la leña que había recogido en el camino, en el centro y encendió un fuego.

Asiel preguntó.

_ No es peligroso encender fuego.

Mattew respondió.

_ La cueva está oculta por los árboles, no creo que el fuego pueda verse a menos que estén muy cerca, las noches en el bosque suelen ser muy frías, si no encendemos fuego los niños podrían enfermar.

Rita se sentó junto al fuego, con Calum y Marie.

_ Niños, ¿Están bien?

Pregunto Asiel. Ambos niños asintieron a la vez. Daniel preguntó.

_ ¿Que querían los hombres los estaban atacando?

_ Ellos querían llevarse a Marie.

_ ¡¿Por qué querían llevarse a mi hija?

Asiel no respondió, lo cual hizo enfadar aún más a Rita.

_ ¡RESPONDEME!, ¡¿POR QUE QUERÍAN LLEVARSE A MI HIJA?!

Esos hombres eran seguidores de Amateur, Marie tiene mi sangre, por eso la querían.

_ Nosotros encerramos a ese demonio, ellos no pueden traerlo de vuelta.

_ No sé qué están tramando, solo sé que intentaron llevarse a Marie.

Rita se quedó mirando a Asiel y le preguntó.

_ ¿O Acaso no lo hicimos?, Ese poder que usaste antes, es el de...

_ Después de encerrarlo, descubrí que me había quedado con sus poderes.

_ ¡¿Y no me lo dijiste?!

_ El señor James, me dijo que guardara el secreto, que nadie podía saberlo, ni siquiera tú.

_ Y por eso fingiste ser un idiota que no sabía pelear durante todos estos años, ¿Que otro secreto me guardas Asiel?

_ Eso es todo Rita, no te guardo ningún otro secreto, sé que debes sentirte traicionada en este momento y te pido perdón por ello.

_ Esas son solo palabras, ya no creo en ellas, así que no digas nada más.

Asiel sabía que cuando Rita se enfadaba, lo mejor era dejar que se calmara, ya que si seguía hablando solo haría que ella terminara lanzándole una de sus espadas a la cabeza.

Daniel se sentó en el suelo, en medio de ellos y dijo.

_ No es momento para pelear entre nosotros Rita y menos delante de los niños, aún debemos llegar a la aldea, así que intenta controlarte.

Marie estaba acurrucada en los brazos de su madre, ella se veía asustada, ya que estaban hablando de ella y no podía entenderlo. Rita acarició la cabeza de su hija y le dijo.

_ Tranquila pequeña, todo estará bien, mamá está contigo, ya no tienes nada que temer, así que duerme un poco.

Rita acarició la cabeza de Calum y le dijo.

_ Tu también intenta dormir Calum, debes haber pasado mucho miedo, pero yo cuidaré de vosotros, no dejaré que nadie les haga daño.

Cuando Rita dijo estas últimas palabras le lanzó una mirada a Asiel, como si esas palabras fueran para él.

Esa noche Rita no durmió, ella se quedó toda la noche en vela, abrazando fuertemente a los niños, como si temiera que se los fueran a quitar, cuando empezó a clarear, Daniel dijo que era momento de irse.

Mientras atravesaban el bosque se encontraron con varios asesinos, de los cuales Asiel se deshizo con facilidad, Rita siempre había pensado que él no podía pelear, sin embargo él parecía estar al mismo nivel que Daniel, Mattew y Michell.

El camino hacia la aldea ya era difícil, pero en ese momento, enfrentándose a monstruos y protegiendo a los niños, se volvio aun mas difícil, sobre todo por que ellos se censaban con facilidad, al final Mattew y Michell llevaron a los niños en su espalda mientras Daniel, Rita y Asiel se encargaban de los monstruos que aparecían en el camino.

Cuando por fin llegaron a la entrada de la aldea, Rita se sintió un poco más tranquila, pero no podía relajarse hasta estar detrás de los altos muros de tierra que rodeaban la aldea.

Ella se hizo un corte en la mano y derramó su sangre en la pared, la puerta se abrió, cuando cruzaron la entrada, la puerta se cerró rápidamente. Daxar dio un largo bostezo al verlos y dijo.

_ Volvieron más pronto de lo que pensaba.

_ Rita ignoró los comentarios de Daxar, tomó a Marie y Calum, y se fue a buscar al padre de Daniel.

James estaba en su laboratorio, ella entró de golpe y por poco hace que James dejará caer uno de los frascos que tenía en la mano.

_ Veo que ya has vuelto Rita.

_ Por favor revise que ninguno de los niños esté herido.

James miró a los niños de pies a cabeza, los dos parecían cansados, pero por lo demás se veían bien.

_ Me parece que están bien, solo algo cansados, deberías llevarlos a descansar.

_ Revíselos, por favor.

James hizo lo que Rita le pidió, aun cuando lo considero inútil.

Primero revisó al niño, le hizo una serie de preguntas y tras comprobar que estaba bien paso a la niña, ella era hermosa, pero lo que más llamó la atención fueron sus hermosos ojos azules. James se quedó mirándola fijamente por un momento, como si buscara algo en su mirada, después le hizo las mismas preguntas que le había hecho a Calum y tras comprobar que no tenían nada dijo.

_ Ellos están bien Rita, llevalos a descansar y descansa un poco, te ves agotada.

Rita le pidió a Calum que saliera un momento de la habitación con Marie y que la esperaran en el pasillo, una vez solos Rita le preguntó.

_ ¿Por qué no me dijo que Asiel tenía los poderes de ese demonio?

_ Veo que ya lo has descubierto.

_ ¿Por qué me lo ocultaron?

_ Para protegerlos, si mi esposa se hubiera enterado que Asiel tenía ese poder, no lo hubiera dejado ir, por eso le dije que debía ocultarlo, incluso de ti, así que no le odies, ni le culpes, ya que él solo quería proteger vuestro tiempo juntos.


la princesa y la espadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora