35. Día libre

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Esa noche Katherine durmió entre los brazos de Daniel, al estar rodeada por sus brazos sintió paz y tranquilidad. Al día siguiente Daniel la despertó con un beso y le dijo.

_ Despierta o llegaras tarde.

Katherine enrollo sus pies con los de Daniel y le dijo.

_ Quedémonos así un ratito más .

_ Te vas arrepentir después si no te levantas ahora, el maestro Garen te va a castigar y luego me echarás la culpa por no haberte despertado.

_ Está bien, ahora me levantaré.

Katherine se sentó en la cama, Daniel se quedó mirándola y le acarició el cabello que le caía como una cascada por la espalda, ella se giró para verlo y le dijo.

_ Desearía tener un día libre.

_ A medida vayas mejorando tendrás más tiempo libre ya que no tendrán nada que enseñarte así que no te desanimes.

Katherine suspiró y dijo.

_ Creo que seré una anciana cuando eso suceda.

_ No lo creó, el maestro Garen es excelente enseñando dentro de unos meses ya te habrá instruido te lo aseguró.

_ Eso espero.

Katherine se levantó de la cama, sacó del armario un conjunto de ropa y después fue al cuarto de baño, cuando regreso a la habitación iba vestida con un conjunto de ropa negra, Daniel la rodeó con sus brazos y le dijo.

_ Me da calor de solo verte vestida de esa manera.

_ Pues yo estoy bien con ella.

_ Si es así no diré nada más.

Ellos se sentaron a desayunar y Katherine le preguntó.

_ ¿Hoy saldrás?

_ Si, pueda que vuelva tarde así que no te preocupes por mí.

_ ¿Qué harás?

_ Debo salir de la aldea por un rato con Rita, tenemos una misión.

_ ¿A dónde irás?. Preguntó Katherine muy preocupada.

_ No es nada peligroso, así que no te preocupes, solo iremos a reconocer un terreno, volveremos antes del anochecer.

_ ¿Volverás a donde te hirieron?

A Daniel no quería preocupar a Katherine pero tampoco quería mentirle así que le dijo.

_ Si, pero no me internare en el bosque, solo observaré hasta donde se extiende una espesa niebla que lo rodea, no creo tenga ningún problema.

A Katherine se le quitó el hambre al enterarse que volvería al lugar dónde lo habían herido, Daniel se dió cuenta la tomó de la mano y le dijo.

_ Estaré bien.

Katherine entrelazo sus dedos con los de Daniel y le dijo.

_ Regresa conmigo en una pieza.

_ Lo haré, ahora come o de lo contrario se te hará tarde.

Katherine se terminó su desayuno sin ninguna gana, al terminar se despidió de Daniel y fue a la sala de entrenamiento, Dana y Sam estaban de pie frente a la puerta, Katherine les saludó.

_ Buenos días chicos.

_ Buenos días Kat. ¿Has dormido bien?

_ Si, ¿que hacéis en la puerta?

_ Te estábamos esperando a ti.

_ ¿Para que ?

_ Hoy tenemos la mañana libre, todos los demás ya se han ido.

_ ¿Por qué no han dado la mañana libre?

_ Al parecer el maestro Garen está reunido con la matriarca y no puede venir así que decidió darnos la mañana libre.

_ Que bien, en verdad necesito un descanso.

_ Iremos a dar una vuelta por el bosque, ¿Quieres venir?

Desde que había llegado Katherine no había tenido la oportunidad de recorrer la aldea y les dijo.

_ Me encararía.

_ Imaginamos que dirías eso, vamos.

Katherine los siguió, al salir del palacio recorrieron la aldea mientras más veía más maravilloso le parecía todo a Katherine, aquel lugar parecía sacado de un cuento de hadas y les dijo.

_ Este lugar es maravilloso, es casi irreal.

_ Nosotros no podemos compararlo con otros lugares, nunca hemos salido de la aldea, para nosotros este lugar es normal.

_ Te aseguro que no lo es, este lugar es único.

_ Supongo que cuando podamos salir lo podremos ver con nuestros propios ojos.

_ ¿Porque nunca han salido?

_ Porque según Garen aún no estamos listos.

_ ¿Vosotros naciste aquí?

_ Si, normalmente los guerreros Kiniry no dejamos la aldea a menos que obtengamos el permiso de la matriarca o de Garen.

_ Rita vivía en la ciudad de Bratis y es como vosotros.

_ Rita obtuvo el permiso para irse ya que no había nada que pudieran enseñarle, cuando eres un Kiniry nunca dejas de serlo, no importa donde vivas, por eso siempre que te llaman para que vuelvas estás obligado hacerlo, poco importa si quieres volver o no.

Katherine iba a cortar una de las pequeñas flores rojas que subían por una enredadera cuando Dana la detuvo y le dijo.

_ No lo hagas, esas flores son medicinales, no las cortamos a menos que sea necesario.

_ Lo siento, no lo sabía es que me parecieron tan hermosas que no pude evitar querer tocarlas.

_ Son muy bonitas, a los nuevos siempre les llaman la atención, así que no te preocupes ahora en ya lo sabes.

_ Gracias por decírmelo.

la princesa y la espadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora