la princesa y la espada

37. Un templo en medio del bosque

Cuando Katherine, Sam y Dana volvieron a la sala de entrenamiento varios aprendices hablaban sobre el grupo que había marchado de misión.

_ Debe de ser una misión muy importante la que se les han encomendado, ya que es raro que la matriarca mandé a los mejores guerreros en una misma misión.

Sam se acercó a ellos y preguntó.

_ ¿De qué hablan?

_ Daniel, Rita, Blai, Faber, Mattew y Michael han marchado hace una rato, al parecer tenían una misión.

_ Hwo es raro que la matriarca mandé a esos juntos.

_ Todos hablan sobre eso, no hay nadie que no se pregunte qué misión se les habrá encomendado.

Dana miró a Katherine y le preguntó.

_ ¿Kat, tú sabes algo?

Daniel le había dicho esa mañana que saldría de la aldea con Rita, sin embargo no había mencionado de que se trataba su misión.

_ Yo no sé nada, Daniel solo me dijo que saldría a una misión.

_ No te sientas mal por qué él no te lo dijera, las misiones suelen ser secretas, quizás por eso no te dijo nada.

Daniel y el grupo de guerreros Kiniry cuando llegaron al bosque de Yara, buscaron el templo que le había dicho su padre. Estuvieron buscando durante un buen rato hasta que Rita lo encontró.

_ Venid, el templo está por aquí.

Todos se juntaron dónde estaba Rita, el templo era pequeño y de piedra maciza, Rita dijo.

_ ¿Este templo tan pequeño es lo que teníamos que encontrar?

La niebla no se acercaba al templo, era como si una fuerza invisible la retuviera. Faber se acercó para examinarlo, en las paredes del templo habían dibujos y patrones mágicos, él dijo.

_ Es este, los dibujos y patrones que tiene aumentarán el hechizo.

A Rita aquel templo le parecía un tanto insignificante y volvió a preguntar.

_ Faber, ¿Estás seguro?, El templo me parece un poco pequeño.

_ Yo soy el experto en magia, si digo que es este, es por qué lo es.

_ Bueno, entonces lanza el hechizo ya.

_ Ahora ya es un poco tarde, me parece que lo mejor será levantar nuestro campamento y descansar por hoy, lo que sea que hay en ese bosque se oculta en la niebla, una vez nos deshagamos de ella no sabremos que pasará, así que lo mejor será hacerlo mañana con la luz de sol a nuestro favor.

Rita no era una mujer paciente, ella chasqueo la lengua. Faber le dijo.

_ No quiero morir en esta misión, así que sé paciente y no seas imprudente.

_ No soy imprudente, es solo que aún tenemos luz, podríamos acabar rápidamente con lo que sea que haya escondido en esa niebla y volver esta misma noche a la aldea.

Daniel puso su mano en el hombro de Rita y dijo.

_ No, haremos los que dice Faber, no podemos tentar a la suerte, busquemos un lugar para levantar el campamento.

Todos obedecieron a Daniel, incluso Rita quien no escondió su descontento. Ella había estado tanto tiempo viviendo cómodamente en su mansión en la ciudad de Bratis,  que había llegado a odiar dormir a la intemperie.

***

Durante todo la tarde Katherine estuvo pensando en Daniel, cuando volvió a su habitación y no lo encontró sintió un gran vacío, por primera vez se dio cuenta de lo grande que era aquella habitación y se sintió sola.

Katherine fue al cuarto de baño, después de ponerse un camisón ligero una de las sirvientas le llevo la cena. Al terminar se tumbó en la cama, su almohada aún guardaba el aroma de Daniel, ella abrazó la almohada y susurró para sí misma.

_ Vuelve pronto, sano y salvo.

Al día siguiente tras que el sol salió Daniel y los demás se organizaron y alistaron sus armas, cuando todos estuvieron preparados y el sol brilló con fuerza iluminando todo con su luz, Faber comenzó a recitar el hechizo, todos los demás lo apoyaron para que el hechizo fuera aún más fuerte.

Una luz blanquecina, brillo cegadoramente, poco después la niebla comenzó a desvanecerse, todos sostenían sus armas, alertas de los que fuera a suceder. Pero inesperadamente no sucedió nada, Michael dijo.

_ Vaya, esperaba algo más emocionante, esto me parece aburrido.

A lo lejos se escucharon chillidos desgarradores, Daniel dijo.

_ ¿Algo como eso?

Aquellos chillidos se escucharon cada vez más cerca, Daniel les dijo.

_ Esos chillidos parecen ser de los Kiribati, estén preparados, no se separen y eviten ser heridos por sus garras y dientes, tienen un fuerte veneno que les hará pasar un mal rato y recuerden esas criaturas solo mueren si son decapitadas.

Todos asintieron y formaron un círculo cubriendo todas la direcciones. A los pocos minutos se vieron rodeados de horrorosas criaturas con forma humana, largas y afiladas garras, sus ojos eran tan oscuros que parecían dos cuencas vacías, su piel era blanca y traslúcida y se podían ver sus venas azules por todo su cuerpo.

Michael dijo un tanto asqueado y horrorizado.

_ ¿Qué son esas cosas?

_ No parecen ser muy fuertes.

Dijo Mattew, sin apartar su mirada de aquellas extrañas criaturas.

_ Son los Kiribati.

Respondió Rita.

_ Son rápidos, veloces y sus garras son muy afiladas, así que no los subestiméis.

Aunque estaban completamente rodeados aquellas criaturas no los atacaron, Faber preguntó.

_ ¿Por qué no nos atacan?

A Daniel y a Rita también les había parecido extraño,  ya que la primera vez que se habían encontrado con Kiribati los había atacado sin piedad alguna.

Faber se quedó mirando a su alrededor y se dio cuenta de algo, alrededor del templo había un círculo mágico, aquellas criaturas no lo atravesaron, era como si los repelieran y dijo.

_ Es por el templo, hay un círculo mágico a su alrededor, al parecer ellos no pueden atravesarlo.