la princesa y la espada

Capítulo 47. Mentiras y heridas

Rita se sentía traicionada y herida. Aunque entendía que Asiel le había ocultado la verdad para que ella estuviera segura, para que no volviera a pensar en Amateur y que quizás un día él volvería, el que le hubiera ocultado algo tan importante, cuando habían hecho la promesa de compartirlo todo, lo odiaba. Y sobre todo odiaba saber que su hija siempre había estado en peligro y que ella nunca se había dado cuenta, había dejado de ser una mercenaria para cuidar a su familia, se odiaba por haber pensado que en su vida todo era felicidad.

James puso su mano en el hombro de Rita y le dijo.

_ Rita, tú has luchado mucho por tu familia, no dejes que esto habrá un brecha entre vosotros, no dejes que esto destruya lo que tanto te ha costado construir.

_ Creo que ya es tarde para eso, Asiel rompió la confianza que tenía en él, ya no se ni quien es ese hombre.

_ Sigue siendo el mismo hombre del que te enamoraste y sigue siendo el hombre que te ama, y sigue siendo el padre de tu hija.

_ Los seguidores de Amateur querían llevarse a mi pequeña, querían usarla para traer al demonio Amateur de vuelta, pero él está encerrado, ¿O no es así?

_ Ese demonio sigue cautivo y no podrá salir de ahí, pero quizás los seguidores de Amateur, han encontrado la manera de hacerlo volver.

_ Yo quería que Marie tuviera una vida tranquila y pacífica, que solo fuera mi niña, ahora ella está en peligro y no sabe defenderse, nunca debí dejar la aldea, ella es una Kiniry, no debí llevarla a Bratis.

_ Tu solo querias lo mejor para tu hija Rita, solo querías que tu familia estuviera unida, no te culpes por eso Rita, tu sabes que si Marie hubiera nacido en la aldea, Asiel no hubiera podido verla crecer, ella estará segura en la aldea, todos la protegeremos, porque ella es parte de nuestra familia ahora, asi que no te martirices más.

_ Gracias señor James.

_ Siempre has sido como una hija para mi Rita, y es lo mismo para mi esposa, aunque no lo demuestre, ella también siente aprecio por ti, no estas sola en esta lucha Rita, todos en esta aldea somo tu familia y la familia siempre se ayuda en los peores momentos, no lo olvides.

Al escuchar esas palabras, Rita se sintió mucho más tranquila, la ansiedad, el temor y la culpa, se volvieron más ligeros.

_ Ahora ve a descansar, lo necesitas y los niños también.

Rita se despidió, al salir vio a Asiel, estaba abrazando a Marie.

_ ¿Qué haces aquí?

_ Solo quiero estar cerca de mi familia.

Rita aun seguía muy molesta, así que tomó la mano de Marie, la mano de Calum y empezó a alejarse, ignorando a Asiel. Marie miró a su padre y le preguntó.

_ Mami, ¿por qué papá no viene con nosotros?

_ Porque no puede, pero le veras después, ahora vamos, necesitamos descansar, ha sido un viaje largo.

_ ¿A dónde vamos?

_ A la casa de tus abuelos.

Marie siempre había querido conocer a sus abuelos por parte de madre, ya que ella siempre le contaba las maravillosas aventuras que tenían.

_ ¿De verdad los vere?

_ Si, ellos deben estar ansiosos por conocerte.

_ Espero agradarles.

_ Estoy seguro de que así será.

Rita apretó ligeramente la mano de Calum, mientras caminaban y le dijo con voz suave.

_ Estoy segura de que tu también les agradaras Calum.

Cuando llegaron a la casa de los padres de Rita, Marie se detuvo en el umbral, estaba muy nerviosa por conocer a sus abuelos.

_ ¿De verdad crees que les agradare?

_ Por supuesto, eres preciosa, como no le agradarías.

_ Pero...

Antes de que Marie dijera algo más apareció Terran, quien al ver a su hija la abrazo.

_ Me alegra ver que has vuelto.

Después miró a los dos niños que estaban al lado de Rita.

_ ¿ Estos niños son...?

_ Si, son  mis hijos, Marie y Calum.

Calum se sorprendió al escuchar a Rita decir que  él era su hijo y también le hizo muy feliz, al saber que ella le aceptaba.

Terran se arrodilló para quedar a la altura de los niños y les dio un fuerte abrazo.

_ Yo soy su abuelo, sea bienvenidos a la aldea, pueden llamarme Terran o simplemente abuelo, como prefieran.

Falaia apareció poco después, al ver que su marido estaba ahogando a los niños con su abrazo le dio una patada en la espalda y le dijo.

_ ¡Los estás aplastando!, ya sueltalos.

Rita se lanzó a los brazos de su madre, algo que sorprendió a Falaia y a la vez la preocupó, ya que Rita casi nunca la abrazaba, excepto cuando se sentía perdida.

Falaia acarició la mejilla de Rita y le dijo.

_ Será mejor que vayamos dentro.

Al entrar, Falaia les preguntó a los niños si tenían hambre después de comer algo rápido, ella mandó a Terran a que acostara a los niños. Una vez solas Falaia se acercó a su hija y le preguntó.

_ ¿Qué pasa cariño?, ¿Por qué no estás con Asiel?, ¿Él está bien?

Rita se acurruco en los brazos de su madre y le dijo.

_ Asiel está bien, pero  me estuvo mintiendo todo este tiempo, tiene los poderes del demonio que encerramos y nunca me lo dijo.

_ Entiendo como debes sentirte, pero él es tu familia ahora, aunque a veces yo quiero matar a tu padre y tirarlo a un pozo, no lo hago, porque es la familia que yo elegí, así como tú elegiste a Asiel.

_ Pero ya no puedo confiar en él, ya no se que es lo que es real y lo que no.

_ Todo estará bien, si no te rindes, en todo matrimonio hay crisis, pero solo es el fin cuando tu dejas de luchar, cuando ya das todo por perdido, ¿Quieres rendirte Rita?, ¿Quieres apartar a tu esposo?

_ Yo, no lo se, no se que quiero hacer mamá.

_ Deberías descansar, mañana, piensa en que es lo que quieres hacer, no hay prisa Rita, haz las cosas a tu ritmo, conforme a lo que tu corazón te dicte.