Avery
La tensión podía palparse. Yo estaba incómoda porque a Dafne la resultaba muy sencillo leerme. Liam se mostraba tranquilo, conduciendo con calma. Quizás demasiado confiado. Junté mis manos sobre mis piernas rascando la piel levemente.
Liam pareció percatarse de mi nerviosismo. Tomó mis manos con la suya y me acarició con el pulgar haciendo que me detenga. Mis ojos volaron a los suyos.
Su mirada azul me dijo que todo estaría bien.
Confié en él una vez más.
—¿Qué tienes en el cuello? —preguntó Dafne señalando la zona con el ceño fruncido.
Vamos Avery, puedes pasar por esto.
—Estuve con un chico ayer —aseguré intentando que la voz no me fallara.
Liam me apretó el muslo levemente.
—¿Cuál es tu excusa Liam? —le advirtió a él ahora más despierta y seria.
Solo debemos llegar a casa. Unas pocas cuadras más.
—Pues ¿cuál crees que sea? Estuve con alguien también. ¿Desde cuándo preguntas tanto por mi vida sexual hermanita? —intentó desviar la conversación.
—De acuerdo —respondió Dafne—. Ahora dime, ¿desde cuándo la tocas tan libremente?
Ella señaló con la mirada la mano de Liam en mi muslo y la mía apretando sus dedos.
Esa había sido una acusación directa, porque no había forma de refutar a eso.
Sin embargo Liam no me soltó. Solamente tomó aire. Yo estaba temblando.
—¿De verdad se creen que soy estúpida? —elevó el tono de voz—. Creí que todo eran imaginaciones mías, pero veo que no es así. ¿Desde hace cuánto tiempo sucede esto?
Todo estaba ocurriendo demasiado rápido. No podía lidiar con esto. Sabía que estaba traicionando la confianza de mi mejor amiga. Y me sentía tan culpable...
Dafne dirigió su mirada a mí con decepción. ¿Cómo se suponía que iba a soportar que mi hermana me mirara de esa forma?
—¿Cómo pudiste ocultarme algo así? ¿Cómo pudiste mentirme? —me acusó otra vez.
Las lágrimas me ardían en los ojos. No podía controlarlo.
—¿Desde hace cuánto Avery? —ni siquiera podía mirarla a los ojos. Las caricias de Liam intentaban tranquilizarme, no me había percatado de que ya habíamos llegado a casa. Me armé de fuerzas y la miré a los ojos. Enojo y decepción, eso había, eso era lo único que había—. Contéstame, joder. ¿Cuánto tiempo?
—Toda la vida... —murmuré bajando la mirada con vergüenza.
Soltó una risa sarcástica.
—Oh, por supuesto que sí. ¿Cuántas veces viniste a casa para verlo a él y no a mí? De hecho, ¿alguna vez quisiste pasar tiempo conmigo o solo eres mi amiga porque tengo un hermano que está bueno? —atacó con furia.
¿Cómo era posible que piense eso?
—Dafne, suficiente. No le hables así —defendió Liam—. La estás lastimando.
—¿Lastimando? ¿Y ella qué? ¿Y tú? —se acomodó dándole la cara—. ¿O me vas a decir que tú no la lastimas ilusionándola? ¿Me vas a decir que esperas casarte con ella y tener hijos? ¿Me vas a decir que vas en serio con ella? De verdad, ¿qué tan estúpida piensas que soy? Puede que a ella puedas mentirle, endulzarle el oído solo para follartela, pero yo te conozco y sé que después vas a dejarla tirada.
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Limerencia [Libro 2]
JugendliteraturAvery y Liam mantienen una relación algo extraña. Él es el hermano de su mejor amiga. Ella es la mejor amiga de su hermana. A él le encanta meterse con ella. A ella le encanta... él, le encanta él aunque tampoco lo soporta. ¿Qué podría salir mal...