Avery
Pasar tiempo con Liam era cada vez más difícil para mi cuerpo. Cada vez me costaba más no comenzar a fantasear con él. Me era jodidamente dificil mirarlo y no imaginarlo desnudo. El cuerpo me ardía como si estuviera en el mismísimo infierno. Lo quería. Lo deseaba con cada célula de mi cuerpo. Estaba famélica de él. Quería esa boca enredada con la mía. Quería que me tocara. Que me besara. Todo.
Y el muy jodido me miraba a cada segundo. Hambriento. Con el deseo goteando de sus ojos azules. Nuestros cuerpos se llamaban. Anhelaba su contacto.
—Avery, ¿estás de acuerdo?
Me salí de mi estúpido mundo de fantasía y alcé la cabeza hacia Henry.
—Sí. Por supuesto.
—En una semana es la presentación del libro. Cien de tus lectores están invitamos, más la prensa y tus invitados.
Una semana. Joder. ¿No se puede deshacer todo y fingir que nada pasó?
Pues no, querida. Ya está hecho. Lo hubieses pensado antes, tonta. ¡Mira en lo que nos metiste!
Liam me miró con una pequeña sonrisa en su cara.
—Estarás brillante, pequeña —me susurró.
Ah… pues… estaremos brillantes. Sí sí. Todo lo que él diga.
Me haces ver estúpida.
Pues pones cara estúpida cuando Liam habla… o existe.
¡Ey! ¡Tú también!
¡No me juzgues!
—Gracias.
La reunión terminó y mis pensamientos volaban. Como cada vez que publicaba un nuevo libro. Pero intenté detenerlo por mis propios medios. Intenté alentarme.
Con todos los anteriores sobreviví. Lo haré también con este y con los que vengan después. Escribo para mí, no para los demás.
Soy buena en lo que hago.
Soy buena en lo que hago.
Soy buena en lo que hago.
Me lo merezco.
Me lo merezco.
Me lo merezco.
—Confío en ti, cariño —me susurra Liam y de repente lo veo frente a mí. De pie.
Tan hombre.
Está para comérselo de un solo bocado.
Joder.
—Gracias…
Me sonríe. De esa jodida manera. Hago todos mis esfuerzos para no sonrojarme pero ya siento la sangre fluir hasta mis mejillas. Estoy… entrando en calor.
—¿Por qué me miras así pequeña? No creo que te lleve a ningún lado correcto.
—No te miro de ninguna forma.
Apoya ambas manos sobre la silla en la cual estoy sentada y me recorre con los ojos. Se pasa la lengua por la boca.
Mierda.
—Yo creo que sí. Me miras como si desearas que me ponga de rodillas ante ti en este segundo y haga con tu cuerpo lo que se me antoje.
Sí. Es justo lo que quiero.
—Sabes que solo tienes que decirme que sí, nena y soy todo tuyo.
Acerqué mi rostro al suyo para tentarlo. No retrocedió. Yo tampoco. Nos mantuvimos unos instantes así, con nuestras narices jugueteando. Lo estaba probando. Nuestras bocas se rozaron sin llegar a tocarse. Cerré los ojos y él hizo lo mismo.
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Limerencia [Libro 2]
Teen FictionAvery y Liam mantienen una relación algo extraña. Él es el hermano de su mejor amiga. Ella es la mejor amiga de su hermana. A él le encanta meterse con ella. A ella le encanta... él, le encanta él aunque tampoco lo soporta. ¿Qué podría salir mal...