Capítulo 1

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Mis pies bajan las escaleras a paso apresurado una vez que estoy lista. La figura de mi padre me recibe sentada en la mesa con un café en la mano mientras escribe algo en su computadora.

—Buenos días. —lo saludo mientras voy camino a prepararme mi desayuno junto con mi café matutino.

—Buenos días chiquitina. —me responde sin alzar la vista.

Suelto una risita y ruedo los ojos.

—¿No crees que ya estoy un poco grande para que me sigas llamando así?

—La verdad es que no. Nunca estarás lo suficientemente mayor para impedir que lo haga. —rebate.

—¿Mamá se fue a la editorial? —pregunto mientras le doy un bocado a mi creación. Cereales y leche.

—Sí. Hoy tenía una reunión para el lanzamiento del nuevo libro. —explica cerrando la computadora.

—Oh, genial.

—Antes de irse me dejó algo para ti.

Se levanta a buscar un paquete y yo no puedo creer lo que ven mis ojos. ¡Es el libro que todavía no ha salido!

—¡No lo puedo creer! Pero sale el mes que viene ¿cómo hizo para conseguirlo? —pregunto mientras hojeo las páginas y huelo su adictivo aroma.

—Tu madre tiene sus trucos. —sonríe para sí mismo como si estuviera recordando algo.

—Déjame adivinar —digo apretando el libro contra mi pecho—. ¿Así te conquistó?

—No le hizo falta. Me tuvo a sus pies antes de que lo quisiera. —afirma con una enorme sonrisa.

—Agh que cursi.

—Puede ser.

Termino mi café de un sorbo y tomo mis cosas. Dejo el libro sobre la mesada.

—Adiós papá.

—Avery espera. Volveré temprano del trabajo para que todos vayamos a buscar a Liam al aeropuerto junto con tus padrinos y Dafne. ¿Recuerdas que hoy regresa?

Como si no hubiese estado pensando en eso cada segundo de estas últimas semanas. El regreso de Liam me tiene histérica y ansiosa. Se fue hace un año. La despedida me destruyó. No mantuve contacto con él y sufrí mucho por extrañarlo tanto. Pero ahora ya me acostumbré y no tengo deseos de verlo otra vez. Ya he crecido.

Que risa me das corazón. Te mueres por verlo.

No le hagas caso. Miente.

No lo creo...

—No lo recordaba —miento—. Tengo cosas que hacer, no se si podré ir a recogerlo con ustedes.

Explico sin mover un pelo. Mi padre frunce el ceño.

—¿Estás segura? Pensé que estarías feliz de verlo. Lo extrañaste mucho...

—Pues me es indistinto. —miento otra vez mientras abro la puerta—. Te veo después.

—Nos vemos hija.

Bufo exasperada cuando cierro la puerta y preparo mis músculos para mi carrera matutina.

Liam ya no será el protagonista de mis pensamientos.

Correr es lo que necesito. Me coloco los auriculares y la playlist empieza a sonar, llenando los huecos de mis pensamientos. La letra de la canción acapara toda mi atención sin dejarme pensar en otra cosa cuando tomo ritmo. Recorro las calles acompañada de la luz del sol y la brisa fresca.

Limerencia [Libro 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora