Capítulo 13

1.3K 123 0
                                    

- Ella me preguntó si me iba cuando vio que había vaciado mi habitación – tomó un trozo de pizza – me dijo que no quería que las cosas entre nosotras se arruinaran, o que me lastimara y yo me vaya lastimándolos así a ustedes – no podía contener las lágrimas – también que teníamos que ser solo amigas, porque si Natasha se entera de que nos besamos me golpearía – bajó la mirada – porque es mi mejor amiga y ella su hermana menor

- Ella esta tan asustada – la chica asintió – al igual que tú, por lo que supongo que le dijiste que estaba bien ¿verdad?

- Sí, eso le dije – suspiró mientras tomaba la botella para tomar – y la entiendo porque en su lugar hubiera hecho lo mismo

- ¿Qué vas a hacer ahora? – la miró limpiando sus mejillas

- Ahora ahogarme en pizza y vodka con mi mejor amigo – se encogió de hombros – mañana no lo sé, supongo que saludarla como siempre, mantener mi distancia como al principio y tratar de no incomodarla

- ¿segura que vas a esta bien con eso? – la chica asintió – cualquier cosa que necesites puedes usarme de excusa ¿sí?

- Gracias – asintió – por todo esto, y por quedarte aquí

- Como dijiste mini Rogers – sonrió – soy tu mejor amigo, viendo y considerando que no puedes hablar de esto con Romanoff, voy a estar aquí para ti ¿sí?

- Si, gracias

El hombre intentó subirle el ánimo un poco a la chica contándole los días en los que recién había comenzado a armar su traje, como había volado por su viejo laboratorio, cuando terminaron la pizza le dejó otra botella del vodka, antes de despedirse e irse con su traje hasta su casa. Cuando la chica se quedó a solas acomodo lentamente sus cosas, acostándose en su cama, notando que estaba rodeada de vidrio que le permitía ver el cielo sin necesidad de salir, sonrió pensando en agradecerle a Tony en la mañana por eso.

Por su parte, Yelena había decidido ducharse, cenar rápidamente e irse a su cuarto, su hermana la había interceptado en el camino intentando hablar con ella, pero se escudó mencionando que estaba realmente agotada y algo adolorida, que hablarían en la mañana. Natasha se fue bastante frustrada por no saber que le ocurría a su hermana, vio el cuarto de Kai vacío cuando preguntó se alegró que la chica estuviera viviendo allí en el complejo, pero en su propio lugar, se propuso al día siguiente visitarla llevándole su vodka favorito, pues no habían hablado durante el día pues la chica también parecía perdida en su mundo.

Durante la madrugada, tanto Yelena como Kai se habían despertado completamente asustadas por sus pesadillas, está vez soñaron que herían a la otra y quedaba gravemente herida, ninguna quería que eso ocurriera porque de pasar les rompería el corazón, la joven rubia decidió salir del complejo caminando hasta la cabaña de Kai con una frazada para quedarse mirando la noche allí, cuando escuchó un grito desde dentro antes de ver a la chica salir completamente sudada, con un simple short y un top, mirándola algo desorientada.

- Kai ¿estás bien? –la miró intentando acercarse - ¿Kai?

- ¿Yel? – la chica enfocó su mirada - ¿Qué haces aquí?

- Pesadillas – se encogió de hombros - ¿tú?

- También – asintió - ¿quieres pasar? –señalo con su cabeza la cabaña

- No, gracias – se sentó en el pasto donde habían compartido la noche ambas – siento venir aquí

- Está bien, no me molesta – se sentó a su lado después de buscar una otra frazada rodeando el cuerpo de la chica manteniendo la distancia – está haciendo frío

Eres tú - Yelena BelovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora