Capítulo 31

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Salió del laboratorio para luego caminar por el predio hasta la cabaña, notando como su prometida con sus habilidades de manipulación del agua abría el lago antes de entrar y tirarse toda el agua encima, a pesar de que estaba allí abajo pudo escuchar su grito de rabia, dolor, consigo misma, Yelena corrió llegando a tiempo que Kai salía del agua, rápidamente la rodeo con sus brazos por la cintura.

- Lo siento lyubov', siento mucho haberte hecho esto – Kai cayó de rodillas mientras lloraba y se abrazaba a Yelena – siento mucho haberte lastimado, yo...yo soy...soy un monstruo, de verdad lo siento yo...yo no quería

- Hey, hey lyubov' –tomó el rostro de la chica en sus manos, pero está evitaba mirarla – Kai mírame, no eres un monstruo

- Lo soy – negó sin mirarla – te lastime, por lo que me hicieron ahora estás embarazada, de verdad lo siento yo no quería hacerte esto, de haberlo sabido no...

- De haberlo sabido... ¿Qué? – levantó su rostro mirándola mientras sus propios ojos se cristalizaban - ¿Qué hubieras hecho de haberlo sabido?

- No sé – negó mirándola esta vez – soy un monstruo, tendrían que haberme dejado en esa base de Hydra, que experimentaran conmigo el resto de mi vida y así no lastimar a nadie – negó mientras cubría su rostro con sus manos

- No voy a permitirte que digas eso, Kailani – la rodeo con sus brazos llorando – no lastimaste a nadie, ni a mí ni es tu culpa todo lo que paso siento haberte hecho sentir de esa manera

- Tienes razón, Lena – asintió llorando – es mi culpa, yo te hice esto

- Kai – la chica no la miraba – lyubov' – seguía sin mirarla – mi amor – tomó el rostro de la chica haciendo que la mirara esta vez de verdad – quiero que te concentres en mis ojos ¿sí?

- Lena, no – negó intentando bajar la mirada, pero no podía

- Quiero decir tantas cosas...que no sé cómo hacerlo – la miró acariciando su mejilla – así que necesito que me mires

Kai la miró a los ojos, antes de que Yelena cerrar los suyos concentrándose en todo lo que quería decirle a su prometida, pero no encontraba las palabras, así que al abrir sus ojos deseo de todo corazón poder enseñárselo, sus ojos se iluminaron de azul eléctrico sorprendiendo por esto a Kai, antes de que pudiera ver todo lo que sentía su rubia, el shock, el pánico por enterarse de que eso pudiera ser posible, el deseo de matarla porque pensaba que su deseo simplemente se quedaría en eso, también vio lo que le había dicho hace unos años atrás su idea de formar una familia juntas, vio detrás de todo ese pánico y miedo, amor, felicidad porque del amor que se tenían ambas sin lógica ni razón habían creado una vida, tendrían un pequeño o pequeña que fuera de ambas, sintió que nada de lo que le había dicho era verdad, simplemente fue presa del pánico y la confusión, se vio en los ojos de Lena cómo el amor de su vida, lo que había sentido al casi perderla cuando estuvo secuestrada por Hydra.

Cuando Lena cerró sus ojos volvieron a la normalidad, mientras abrazara fuertemente a su prometida, esperando y deseando que entendiera lo que le pasaba, que supiera que de verdad sentía haberla lastimado con sus palabras, y que no pensara ni por un segundo que no deseaba lo que estaba pasando, porque, aunque no lo creía posible estaba completamente feliz de poder tener un pequeño con el amor de su vida.

- Kai – Lena la miró acariciando su mejilla – te amo demasiado, lyubov' por favor no pienses ni por un segundo que no quiero esto

- ¿De verdad estás contenta? – su rubia asintió - ¿no piensas que soy un monstruo?

- Jamás estuvo en mis pensamientos que lo fueras – acarició su mejilla besándola – es probablemente uno de los días y cumpleaños más extraños y felices a la vez, estoy embarazada – se rio sin poder creerlo mirando a su chica – soy una viuda del cuarto rojo, que a pesar de haber sido bautizada estoy aquí años después embarazada del amor de mi vida

- Estás embarazada – sus ojos se cristalizaron de emoción – vamos a ser mamás

- Ya lo somos, lyubov' –tiró de su cuello para pegarla a su cuerpo para abrazarla fuerte – te amo tanto, no puedo creerlo todavía

- Tampoco puedo creerlo – rodeo con sus brazos su cintura – te amo demasiado, Yel

- Sin dudas tus padres van a desmayarse – sonrió tomando la mano de su prometida para llevarla a su vientre – aquí está la prueba de nuestro amor, Rogers

- Vamos a ser mamás - volvió a repetirlo sin poder creerlo mientras acariciaba con cuidado el vientre aun plano de su prometida – no entiendo como paso, y sin dudas es increíble

- Lo es – asintió – siento haberme asustado e intentado asesinarte

- Lo entiendo, amor – asintió mirándola – creo que si hubiera pasado al revés yo estaría igual

- Sabía que tus poderes nuevos eran increíbles, solo que no pensé que fueras a embarazarme – le dio un empujón provocando que la chica se sonrojara – así que luego de que nazca, tú y yo vamos a tener mucho más cuidado ¿está bien?

- Por supuesto – asintió mirándola con una sonrisa tímida – feliz cumpleaños, Belova

- Gracias, Rogers – negó abrazándola – vaya regalo de cumpleaños, sin dudas supero al chaleco

- ¿De verdad? – vio que su prometida asentía

- De verdad, ahora quiero que me lleves a nuestra habitación y me hagas el amor hasta que tengamos que ir a mi fiesta de cumpleaños ¿está bien? – tomó el rostro de su chica – tienes que recompensar el hecho de que voy a perder mi figura de viuda

- Todos los que quieras – la levantó con cuidado para llevarla a la cabaña – hay que tener cuidado ahora

- No puedo quedar embarazada, estándolo ya ¿verdad? – sonrió acariciando su cuello – menos palabras y más acción Rogers, tienes mucho que trabajo

- Con gusto – asintió entrando a la cabaña

Y sin dudas que había recompensado muy bien a Lena cuando estuvieron a solas en la habitación, había perdido la cuenta la cantidad de orgasmos que su prometida le había dado, estaba completamente agotada en el pecho de esta que acariciaba distraídamente su brazo. Antes de la fiesta se habían duchado juntas, para luego cambiarse y dirigirse al complejo, habían quedado en que por el momento no dirían nada a los demás, querían mantenerlo para ellas y bueno los que lo sabían por el momento, así que Yelena agradeció a todos sus saludos y regalos antes de pedirle a Natasha que guardara el secreto por un tiempo, lo mismo había hecho Kai, le había pedido a Tony que no dijera nada hasta que estuvieran seguras y listas, los que habían estado en la sala de entrenamientos le mencionaron que estaban felices de verla viva aún luego de ser amenazada por una viuda.

Pasaron una hermosa velada, hasta que Sam volteo su bebida sobre la remera que tenía Kai provocando que tuviera que sacársela, los jóvenes vengadores quedaron sorprendidos por el físico de está, al igual que sus cicatrices, los demás al darse cuenta que el impenetrable cuerpo que tenía ahora la chica estaba completamente cubierto de marcas de uñas y chupones, miraron a Yelena riéndose antes de que está se sonrojara pidiéndole a su prometida que se pusiera otra cosa rápidamente.

Luego de la fiesta, Lena secuestró a su prometida nuevamente para hacer el amor, quería terminar muy bien su cumpleaños, los días pasaron y la joven viuda tenía más cansancio y nauseas matutinas, su chica se encargaba de prepararle un té, hacerle masajes para que se relajara. Natasha había decidido que su hermana se tomara un tiempo fuera de los entrenamientos y misiones, claramente ninguno protesto porque su palabra era regla, mucho menos después de que Lena mencionara que estaba de acuerdo.

Había llegado el día de la boda, Natasha había echado temprano en la mañana a su mejor amiga de la cabaña para ayudar a Lena a prepararse, claro que la había tenido que empujar literalmente con ayuda de Carol, pues ninguna de las novias quería separarse y habían estado desde que se despertaron besándose y haciendo el amor. Carol tuvo que cargar en sus hombros a Kai, que se despedía de su prometida, no la bajo de allí hasta que llegaron a la habitación donde se prepararía para la boda.

Natasha ayudo a maquillarse y peinarse a su sestra, cuando fue el momento del vestido no pudo evitar emocionarse al ver la pequeña panza que comenzaba a aparecer, Yelena la miró con una sonrisa pues lo había notado también, Kai a pesar de estar súper atenta no se había dado cuenta. Cuando estuvo lista, las hermanas se abrazaron, Natasha no pudo dejar de decirle lo feliz que estaba de verla de esa manera, tan enamorada, a punto de casarse y sorprendentemente embarazada. 

Eres tú - Yelena BelovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora