Extra 2 - El primer amor de Morgan

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La mayoría de los Vengadores originales se habían retirado hace tiempo, sin embargo, seguían trabajando en el complejo entrenando a los demás y ayudando en algunas ocasiones. Esa mañana no era diferente, cuando la joven Morgan Stark, de 17 años, entró al complejo bastante nerviosa intentando pasar desapercibida del resto de sus tíos y primos que se encontraban en el lugar.

Tenía una misión bastante clara al llegar al lugar en su auto, hablar con su madrina Kai, claro que sin que su padre la viera o su hermana porque de otra forma sería su fin, así que se escondió cuando vio pasar a su tía Wanda antes de preguntarle en un susurro a la IA donde se encontraba su madrina.

- La señorita Kai se encuentra en el laboratorio junto a su padre, señorita Morgan – F.R.I.D.A.Y le susurró de regreso

- ¿Y mi madrina Lena? – le susurró de nuevo

- Ella se encuentra en la sala de entrenamientos con la agente Romanoff y las gemelas

- Gracias F.R.I.D.A.Y

Se dirigió a la sala de entrenamientos con todo el sigilo que podía, escondiéndose cada vez que sentía que alguien se acercaba a donde estaba, cuando entró al lugar notó que tanto Lena como Natasha hacían jugar a las pequeñas en el ring que había allí, causando una pequeña risa que llamó la atención de estas. Apenas Nicole y Lizzie vieron a su prima mayor, comenzaron a extender sus brazos para que las levantara e hiciera jugar como siempre que se veían.

- Hola, pequeñas – Morgan besó la frente de sus primas antes de abrazar a su tía y madrina – hola

- Hola, pequeña – Yelena sonrió mirando a su ahijada - ¿no deberías estar en la escuela?

- Me dejaron salir antes – asintió algo nerviosa sin hacer contacto visual – necesito tu ayuda, madrina

- Claro, cariño – asintió mirándola de manera sospechosa - ¿Qué ocurre?

- Podrías llamar a la tía Kai – junto sus manos en modo de súplica – necesito hablar con ella sin que mi papá me vea o sepa que estuve aquí

- Está bien – asintió antes de hablar claro – F.R.I.D.A.Y ¿podrías decirle a mí esposa que planeo asesinarla si no viene urgente a la sala de entrenamientos?

- Por supuesto señorita Rogers – Belova

La IA no terminó de mencionarlo que dos segundos después una agitada Kai entraba a la sala de entrenamientos observando con los ojos abiertos a las mujeres presentes y a sus pequeñas de dos años allí. Su mirada se detuvo en su pequeña más grande, Morgan la miraba entre sorprendida y divertida, pero había algo más allí que solamente alguien que la conociera como ella podría notarlo.

- Lyubov', no vas a asesinarme ¿verdad? – Kai recuperaba el aliento mirando a su esposa – hola, pequeñas – besó la mejilla de sus hijas antes de abrazar por los hombros a Morgan - ¿quieres ir por hamburguesas?

- Por supuesto que no – Lena se rio – nuestra pequeña quería hablar contigo, asunto de espías

- Saben que puedo entenderlas ¿verdad? – las tres mujeres mayores miraron a Morgan con una sonrisa – pero sí, es algo importante madrina

- Entonces vamos por hamburguesas – asintió antes de besar a su esposa – vamos a traerles helados ¿sí?

- Por supuesto, sino Leah va a lanzarte al lago con sus poderes – sonrió Lena mientras acariciaba la mejilla de su esposa – vayan, sí Tony pregunta le decimos que fuiste por helado para la familia

- Gracias, madrina – Morgan le dio un abrazo antes de abrazar a sus primas y por último a Nat – gracias, tía Nat

- No te preocupes, pequeña – sonrió la pelirroja – tú secreto está a salvo con las espías – miró a Kai – si puedes comprarme un poco para mi esposa y mis hijas te lo agradecería

Eres tú - Yelena BelovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora